Rusia busca eludir al Dólar y al Euro con divisas alternas como el Yuan

1091

Cuando un camino se cierra, es preciso abrir otro. Esa es exactamente la estrategia que Rusia está haciendo en medio de las sanciones económicas que le ha impuesto Occidente por realizar su operativo militar especial en Ucrania. Si Moscú ya no puede comprar dólares o euros y no le quieren pagar con rublos, entonces ha fijado su vista en otras divisas de países amigos como China, India y Turquía.

El Fondo Nacional de Riqueza (NWF), el banco central ruso que controla las transacciones en el país, ha mantenido hasta ahora una política de tipo de cambio del rublo de flotación libre, sin embargo, se encuentra en jaque ante los ingresos excedentes del petróleo al fondo de emergencia del país y la forma de cobrarlos, la cual es cada día más difícil.

Ante ello, esta entidad federal está buscando nuevas opciones para captar ingresos, teniendo en cuenta las sanciones occidentales contra Rusia por sus acciones en Ucrania. Si no se pueden cobrar en dólares o euros, las monedas de sus ex principales clientes de hidrocarburos, pues entonces hay que aceptar yuanes, rupias, liras turcas y otras más con las que de verdad se puedan realizar transacciones comerciales.

Sin embargo, la propuesta no es muy viable, pues el banco central ruso también debe considerar la liquidez con que cuentan las divisas de sus países aliados. Turquía, por ejemplo, ha registrado una inflación rampante. En junio pasado registró casi el 80%, una cifra récord en los últimos 24 años de su economía.

Al parecer la única opción que ha sido la más alentadora para las autoridades rusas ha sido el yuan que, por la fortaleza que ha mostrado el mercado chino, el más elevado en la escala mundial, está a la altura para iniciar un mercado yuan-rublo, un proceso que ha sido el más parecido a la par que tuvieron con el Euro.

Sólo para que lo sepan: Si Rusia logra una conversión de su moneda con otras a las de sus aliados, lo más probable es que se consolide una nueva perspectiva monetaria que haría surgir una guerra fría, la formación de un bloque y un mercado de divisas alterno. Como sabemos las guerras se pelean en todos los ámbitos y el económico no es el único. La búsqueda de capitalización en monedas de naciones amigas, permitiría a Moscú y sus adeptos contar con una nueva forma de hacer transacciones, sin tener que considerar siquiera las sanciones occidentales a las que están expuestas. En suma, harían que estas fueran inoperantes, en cierto modo. Ya hay especialistas como el analista económico colombiano Rodolfo Correa que afirman que la guerra es más contra el dólar, que ha perdido fuerza ante su paulatina subida (ya se cotiza casi al parejo del Euro), lo cual ocasionaría que muchos inversionistas y proveedores que la usan para comercializar, mejor se retiren ante este dilema.

Un mercado de divisas alterno podría parecerles asimismo una opción. No olvidemos también que China es el principal poseedor de las deuda del Tesoro estadounidense, algo que asciende a 23,5 billones de un total de 30, donde también Japón está incluido. El problema aquí es si Rusia y China podrían aceptar pagos en pesos o monedas latinoamericanas que, de paso, están sustentadas en el dólar. De hecho, ya se menciona la existencia de un Yuan Digital, y la omisión del sistema Swift norteamericano para intercambios bancarios occidentales por el de pagos Cips (Cross-Border Interbank Payment System) desarrollado por China para mejorar la seguridad, agilidad y costes de las transferencias transfronterizas en Yuanes.

Con información de Reuter y La República

Foto portada: Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

DEJA UNA RESPUESTA