La batalla de Jutlandia, junio 1916.

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La Primera Guerra Mundial tiene ese extraño récord de ser una guerra poco recordada. Aun cuando en esta conflagración murieron más de 22 millones de personas, la también llamada Gran Guerra dejó fuertes experiencias bélicas, principalmente porque fue en ola cuando se empezaron a usar armas de destrucción masiva.

Esta se peleó en varios frentes: desde las trincheras en los fríos bosques europeos hasta las arenas del desierto turco y, por supuesto, en las aguas de los mares mediterráneo y del norte. Es aquí donde precisamente se llevó a cabo una de las batallas navales más importantes de y que marcó la supremacía entente de Gran Bretaña sobre el poderío marino de la Alemania central.

Se trata de la Batalla de Jutlandia, considerada como el mayor combate naval de la Primera Guerra Mundial. En ella se enfrentaron las fuerzas de la Marina Imperial Alemana y la Armada Real Británica, entre el 31 de mayo y el primero de junio de 1916. Hoy hace 101 años de ese enfrentamiento que prácticamente decidió la guerra en el plano naval.

Esta confrontación tuvo como escenario el norte de Alemania y gran parte del territorio de Dinamarca, una zona precisamente ubicada en la península de Jutlandia, misma que dio nombre a la batalla. Alemania no vivía sus mejores momentos en cuanto a producción naval militar, por lo que sólo contaba con un flota de 18 acorazados contra 33 de los ingleses.

En resumidas cuentas, no tenían muchas posibilidades de ganarles, al menos, no de manera directa y frontal, por lo que el vicealmirante germano Reinhard Scheer, ideó un «plan pescador» usando los cinco cruceros al mando del vicealmirante Franz von Hipper como carnada para atraer a los barcos de británico Sir David Beatty, y atraparlos en una contundente emboscada.

La maniobra fue descubierta por el almirante Sir John Jellicoe, quien el 30 de mayo zarpó para unirse a la flota de Beatty. Le tomó medio día reunirse con él. Estando en pleno combate con Hipper, Beatty cambió de rumbo en busca de refuerzos, dejando expuesta a la flota anglo-irlandesa frente a los acorazados germanos. Esa tarde más de 250 barcos se enfrentaron en una estridente batalla que duró apenas dos horas con un saldo de 14 embarcaciones inglesas y 11 navíos germanos hundidas

 

 

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