El polisario agoniza; la marroquización del Sahara es un hecho histórico

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Tanto Marruecos como México viven una realidad muy parecida. Ambos han visto afectados su extensión territorial. En el caso del primero, por los revanchismos de Argelia que ha querido apoderarse de una parte del Sahara a través del frente polisario que le sirve de pretexto para querer una parte del Sahara en el Atántico, y en el caso del segundo, a partir del expansionismo norteamericano que le quitó California, Arizona y Texas.

Es ahora Rafael Esparza, analista político e internacionalista de origen español, quien se refiere durante la serie de charlas enmarcadas en el contexto Marruecos y México, encuentro y reconocimiento, que nos revela que la intención obvia de Argelia es desangrar a Marruecos a través de un estado títere. ¿La estrategia? «La historia del conflicto del Sahara se ha manejado bajo la consideración del territorio como colonia, algo que ha aprovechado para esconderlo bajo un concepto de descolonización, cuando en realidad debió haberse tratato como un asunto de territorialidad exclusivamente de Marruecos», afirma Rafael.

Al analizar los mapas utilizados por las potencias extranjeras antes de la conferencia de Berlín de 1894 y 1895, tenemos que el Gran Marruecos aparece con toda lucidez en un mapa alemán, donde se muestra claramente que el territorio de Marruecos se extiende desde el Mediterráneo hasta el río Senegal y duplica el territorio de la Argelia francesa que todavía no se había apoderado del Sahara profundo, también conocido como Asahuad.

Esto nos lleva a considerar que el territorio de Marruecos fue reduciéndose por el impacto colonial europeo que comenzó a mutilizarse por parte de Francia a finales del siglo XIX, que se llevó la gran tajada y, por España, en mucho menor grado. Después de este reparto francoespañol, podemos ver que el territorio ya mutiliado de Marruecos se conserva lugares como el Tuad y Tinduf. En 1912, Aunque España nunca firmó un acuerdo con el Sultán de Marruecos, instaló un protectorado norte y sur a partir del río Draa.

Ahora bien, Esparza asegura que la no aceptación por parte del frente polisario y de Argelia inicia y sostiene una guerra que duró 15 años y que fue reconocida por la ONU en 1991 con un plan para solventar la cuestión. Sin embargo, han transcurrido 30 años desde entonces y la solución no ha llegado porque no se ha podido establecer un cuerpo electoral para dar pie a un referendo. para e experto español, la situación sigue empatanada y lo que sería más adecuado sería sentar a Marruecos y Argelia en una mesa negociadora.

Rafael Esparza

«Hoy Marruecos avanza. Ni Marruecos es el de los años de plomo ni Argelia es el paladín de los pueblos oprimidos. Hoy Marruecos marcha con cuotas de mayor democracia y defensa de los derechos humanos, mientras que Argelia da los coletazos de un dragón avejentado y herido por las esperanzas de un pueblo entero que clama por democracia y libertad. Desde su fundación el polisario ha mantenido en su seno de fuertes discrepancias sobre sus objetivos y metas de trabajo, que han sido saltados con represalias carcelarias, muertes y expulsiones que jalonan su andadura desde 1974 hasta la actualidad». comentó.

Sólo como una prueba de lo distorcionado que es el pensamiento del polisario, bastaría mencionar que muchos de sus fundadores, como Bachir Ekhdyl y Abderraman Leiber, ex embajador de Marruecos en México, han sido llamados traidores por poner en duda decisiones del círculo de hierro polisario. Esa posición ha traído hasta ahora, que no sea posible cuajar ninguna alternativa en el interior de los campamentos hasta la aparición del Movimiento Saharui por la Paz (MSP), dirigido por Hach Ahmed Baricalla, quien también hasta hace poco era ministro del polisario.

«El polisario ya no es el partido de hierro de los años setentas y ochentas y actualmente se encuentra dividido con alternativas viables en el interior de su militancia desde que la aparición del MSP rompe con la representación única del pueblo saharui y del monopolio de la fuerza. El reconocimiento internacional del polisario y de la rasd no tiene más de una veintena de paises y muchos de ellos faltos de credibilidad internacional», indicó Esparza. «En este panorama existen dos variantes, la primera es el sufrimiento de casi 20 mil saharuis que residen en forma forzada en los campamentos y cuya situación merece un alivio inmediato, y la otra es la no culminación del Gran Magreb Arabe, de capital importancia para el bienestar de su pueblo que busca negociar la paz con la otra orilla del Mediterraneo que representa la Unión Europea».

Hay que destacar que los esfuerzos de Marruecos por solucionar esta cuestión no han sido pocos. Al comienzo del verano del 2021, Marruecos comunicó a la comunidad internacional su propuesta de autonomía con sus elementos básicos, competencias y los órganos de la región autónoma, lo cual abrió amplias expectativas para un mundo diferente desde ese 1975 en que se encontraba la guerra fría. El plan de autonomía permitiría a Marruecos, satisfacer su ansiada integración territorial, que ya se manifestaba antes de su secuestrada soberanía, mientras que Argelia evitaría el contagio de un estado independiente en el Sahara que fue una incitación al propio Sahara argelino para conseguir lo que ya intentó en lo años sesentas, que fue reivindicarse como la nación de Argelia y que le fue impedido por la fuerza.

Finalmente, Rafael Esparza señaló que la justificación de un pueblo sahariano diferente de un pueblo marroquí no admite su no aplicación a un pueblo sahariano no diferenciado del pueblo argelino, por lo que ello equivaldría a mantener un germen de conflicto que podría llevar a una balcanización de la zona.

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