Actualmente la República Popular Democrática de Corea es reconocida como una potencia militar. Y está marchando para ser la potencia económica con ayuda de tecnologías de punta como la astronáutica, el CNC, la informática, etc.
Los cimientos para un Estado poderoso son inconcebibles al margen del esfuerzo abnegado de Kim Jong Il (1942-2011), Presidente del Comité de Defensa Nacional de la RPD de Corea.
Para la potencia militar
Un día de la década de 1990 Kim Jong Il iba por un sendero helado, empinado y sinuoso para visitar una unidad del Ejército Popular de Corea. En un desfiladero, inesperadamente, el coche empezó a deslizarse hacia abajo. Unas pulgadas más, un abismo. En el momento crítico, afortunadamente la máquina comenzó a subir hacia arriba.
Así él dedicó todo lo suyo para reforzar la defensa nacional.
En aquel tiempo, las fuerzas aliadas imperialistas concentraban sus ofensivas en sofocar la Corea popular aprovechando la oportunidad del desmoronamiento de varios países socialistas. Se intensificaron más el bloqueo y sanciones contra ella y se agravó la situación de la Península Coreana debido a los sucesivos ejercicios de guerra de las fuerzas hostiles. Éstas presentaron hasta una política de ataque preventivo nuclear contra Corea del Norte, intentando provocar una nueva guerra.
Ante la situación creada, para la Dirección del país asiático se presentó como una tarea primordial el salvaguardar la seguridad de la nación.
Kim Jong Il continuó las visitas a las unidades del Ejército Popular, entre otros, Panmunjom en la línea de la demarcación militar, los puntos más candentes en la primera línea del frente, etc. En una ocasión, él iba a bordo de un barco a una isla del Mar Oeste de Corea para inspeccionar una unidad del Ejército Popular. Era tan fuertes las olas del mar que se deterioraron las cámaras fotográficas de los reporteros.
Gracias a su abnegación, se reforzaron aun más los puestos militares del país.
Bajo su destacada dirección, se desarrolló vertiginosamente la industria de defensa nacional.
En febrero de 2005 RPD de Corea declaró la posesión de armas nucleares. Se realizaron las pruebas nucleares subterráneas.
Era un gran acontecimiento para eliminar definitivamente el chantaje nuclear de las fuerzas hostiles, mantener el equilibrio de fuerzas en la Península Coreana y preservar una paz y estabilidad del mundo.
Camino de prosperar con propias fuerzas, abierto por la extraordinaria perspicacia
Hace unos 20 años, la comunidad internacional consideraba que Corea del Norte no podía mantenerse más. Corea tuvo que enfrentar dificultades económicas sin precedentes en la historia debido a la caída de los países socialistas de Europa oriental, la desaparición del mercado socialista y varios desastres naturales en años consecutivos. Se pararon muchas fábricas y empresas. Los habitantes sufrían una extrema crisis alimentaria. Era un milagro la propia existencia del país.
Pese a ello, Kim Jong Il tomó la decisión de invertir todo el fondo del país en introducir el sistema de CNC en la industria mecánica. Había otras opiniones: usarlo para importar cereales o materias primas y materiales necesarios para las fábricas paradas. Pero él previó el porvenir.
En virtud de esta medida, los científicos y técnicos coreanos realizaron con éxito la introducción de esa tecnología avanzada en dicha rama y ampliaron rápidamente su éxito en otros sectores de la economía nacional, registrando un gran cambio-modernización de la industria, otra revolución industrial de nuevo siglo. En unos años, esta modernización basada en la tecnología CNC, empezada en las fábricas y empresas de la industria mecánica, se realizó en el conjunto de la economía como las industrias química y ligera, hasta llegar a una etapa de establecer el sistema de producción integral.
Además, la RPD de Corea se hizo un país capaz de fabricar y lanzar satélites artificiales.
Kim Jong Il prestó una profunda atención al establecimiento del sistema de producir acero con combustibles domésticos.
Y con una perspicacia extraordinaria hizo construir la Central Eléctrica de Huichon y otras centrales hidroeléctricas de distintos tamaños.
A finales de la década de 1990, orientó a realizar dentro de unos años una gigantesca obra de geotransformación para convertir las tierras cultivables en grandes plantaciones estandarizadas. E hizo construir extensos canales de riego por gravedad y obtener los pólderes Taegyedo de 8 800 hectáreas.
Ahora el pueblo coreano, lleno de la convicción, avanza impetuosamente hacia un nuevo desarrollo de la construcción socialista bajo la enérgica dirección de Kim Jong Un, Presidente del Comité de Asuntos Estatales. La comunidad internacional lo percibe a través de los éxitos portentosos registrados en 2021, primer año del nuevo Plan Quinquenal.