La autonomía del Sahara, bien recibida en el Foro Social Mundial

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El Foro Social Mundial, que inició este domingo, ha tenido diversas reacciones respecto a los temas que se han manejado. De entrada, los referentes a la cultura, los cuales se han expuesto en el Museo de la Ciudad de México, han tenido buena recepción, no así los correspondientes a política internacional donde, por ejemplo, la delegación saharaui ha quedado en el rezago al no reportar una buena audiencia y, sobre todo, sin el apoyo que esperaban de la gente.

La evidencia habla con toda contundencia, y es que el tema sobre la realidad del Sahara es algo que ya resulta molesto para la propia gente que ha estado expuesta a un panorama ideológico, cuando la verdad se esconde y, sobre todo, cuando no se busca una solución adecuada a un problema con décadas de conflicto.

La tarde de ayer fue incluso cancelada la participación de los representantes del frente polisario ante lo que se prevía una falta de asistentes a un tema que ya evidencia el cansancio de la población mundial por la falta de resultados políticos. Si bien se les vio desfilar a cuatro o cinco de ellos gritando eslogans en favor de una lucha que sólo ha traído molestia entre la propia población sarahui, el resultado no fue el esperado para ellos, pues la población mexicana ya está harta de temas políticos que son ideológicos y que sólo llevan a un callejón sin salida.

Lo interesante del tema del Sahara es que también tiene una opción diferente, que es la que aporta Marruecos con la autonomía y la verdad histórica, ante la cual nada puede oponérsele porque se trata de un reflejo directo de una solución a un conflicto que sólo ha sido usado para mendigar dinero de la comunidad internacional.

¿Cuál es la diferencia entre ambas propuestas?

Es sencillo, el frente polisario se ha convertido en una molestia internacional por su falta de resultados, con líderes que se dan la gran vida con los donativos que reciben de la comunidad internacional a un plan que viene de Argelia para quitarle a Marruecos su derecho al Sahara y abrir un nuevo frente de playa en el lado atlántico del norte de Africa.

Por otra parte, esa actitud se ha convertido en un obstáculo para que el pueblo saharauí recupere su dignidad y se eleve por encima de la condición en la que la tienen; un pueblo miserable que es usado para causar la lástima internacional, algo que más bien se convierte en un negocio humanitario.

La propuesta marroquí a la cuestión del Sahara pasa por un gobierno autónomo donde los llamados saharauis tendrían un gobierno y un presidente investido por el Rey Mohammed VI, pero que sería previamente elegido por el parlamento de la región. El documento, que ya fue enviado por Marruecos a la ONU, añade que «el Estado marroquí, a través de esta iniciativa, garantiza a los saharauis, tanto los que están dentro como fuera, su posición y su pleno papel en las diferentes instancias e instituciones de la región, fuera de cualquier discriminación o exclusión».

Si bien el Foro Social Mundial pretende ser un parteaguas en la convocatoria internacional para la concientización de que crear un mundo diferente siempre es posible, tampoco quiere apoyar estados fantasmas que sólo buscan conmiseración y donativos de una sociedad cansada de no ver soluciones reales a los conflictos mundiales. ¡Así no puede haber un mundo distinto!

Ya no es el foro de la ONU, o de los países de comunidad internacional, es la propia la sociedad civil, la que exige que haya soluciones a las crisis internacionales, pero soluciones reales, no ficticias, pues el engaño fastidia a tal grado que sólo fomenta el desinterés, lo cual fue notorio en la cancelación de la ponencia saharui del Foro Social Mundial, que se realiza en la ciudad de México por la falta de aforo popular.

La situación es un claro llamado a terminar con la victimización del frente polisario, usar a la una población para dar lástima y recabar donativos, no es una propuesta política que ayude a resolver conflictos sociales, más bien los alarga y convierte en negocios de personas que usan la ideología para perpetrarse en sus patrañas.

Lo hecho es, y lo que pasó ayer en el Foro, demostró que la gente ya no está dispuesta a defender mentiras y, por el contrario, busca soluciones efectivas para crear un mundo realmente diferente. La población mexicana, que hoy es la que tiene la sede del Foro Social Mundial, ya está cansada de conflictos simulados, quiere ver realidades efectivas y transformadoras, en lugar de ambientes que perpertúen obstáculos políticos y sociales.

 

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