El Centro Imani de Política y Educación, un grupo de expertos de Ghana, celebró este 27 de julio un seminario en Accra sobre la tema: “El imperativo de la recuperación económica: cómo puede la resolución del problema del Sahara fortalecer las Integración Continental? ” El evento reunió a varias partes interesadas de Ghana y África Occidental, entre ellas destacados formuladores de políticas, expertos, académicos, líderes empresariales, grupos de expertos y representantes de la sociedad civil del Gambia, Ghana, Liberia, Nigeria y Senegal.
El seminario tuvo como objetivo debatir y discutir los desafíos actuales de la Unión Africana (UA) de manera objetiva, científica y desapasionada, en el contexto de un ejercicio altamente intelectual y basado en hechos con expertos creíbles y tomadores de decisiones influyentes. Accra es la sede del Tratado de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA), las discusiones se centraron en los desafíos de la integración económica regional y continental, con una especial atención al papel de las Comunidades Económicas Regionales. Los participantes destacaron la urgencia de tal integración y pidió la plena implementación del AfCFTA y su premunición de cualquier punto muerto que obstaculizan el ideal de integración del continente sobre el terreno, como lo afirma y respalda la UA.
El debate también se centró en cómo los estancamientos políticos, como el problema del Sahara, son, hoy en día, un obstáculo importante para Integración económica de África. Los participantes destacaron la necesidad de encontrar una solución realista y definitiva a este problema de larga data, que sólo puede constituir un gran avance en los territorios regionales y continentales de África para la consolidación, especialmente en el contexto actual, marcado por la urgencia inducida por la situación económica y económica de la pandemia repercusiones sociales.
La mayoría de los participantes consideraron que la resolución del problema del Sahara era un paso necesario para potenciar la integración económica del continente, dada su dinámica actual marcada por la exclusividad del Proceso de las Naciones Unidas y la preeminencia del Plan de Autonomía marroquí como un enfoque sincero, realista, creíble y con solución política inclusiva.
En el contexto actual, marcado por la urgencia de la recuperación económica, para la unidad, la integración y el seguridad del continente: el reciente incidente de Guerguerat demuestra la necesidad de superar callejones sin salida y posiciones ideológicas improductivas. Ampliamente analizado por los participantes, el período de tres semanas; una obstrucción por parte de los campistas liderados por el Polisario de una carretera vital y estratégica que conecta Europa, África del Norte y Occidente África: pone en peligro a los países vecinos, la región y la seguridad económica de todo el continente. También
destacó la importancia y el peso de la cooperación entre Marruecos y los países de África Occidental.
Además, los participantes examinaron las soluciones disponibles para la UA para reequilibrar su posición sobre el tema, y desempeñar plenamente su papel neutral contribuyendo a promover una solución duradera a una disputa que ha estado frenando el funcionamiento de la UA, así como la integración general del continente. Reconociendo la dinámica actual en torno a la Sahara, los participantes destacaron que el proceso del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podría ser apoyado por la contribución de Ghana para alcanzar una solución final y realista, a la luz de su próxima membresía no permanente en el Consejo de Seguridad.
Si bien la integración económica representa una emergencia y un hito importante en la consolidación y desarrollo de África, se vería comprometido si la UA no racionalizara su arquitectura institucional. Según los debates, la consolidación de dicha arquitectura hace imperativo que la UA complete su reforma institucional y construir su resiliencia contra las agendas separatistas y secesionistas, que son una amenaza real ennumerosos países africanos.
Los participantes consideraron la admisión en la Organización de la Unidad Africana (OUA), luego su mantenimiento por la UA, de una entidad no estatal, que desde entonces ha sido simplemente una fuente de obstrucciones y divisiones, como una ejemplo hasta el día de hoy. Según los participantes, la UA debería corregir este «engorroso legado» y “Aborto involuntario histórico”.
Así, la suspensión, si no la expulsión, de la “RASD”, grupo armado sin atributos de un Estado soberano, no debe considerarse como un tabú u objetivo inalcanzable. Su cumplimiento no es con la intención de ser una ambición exclusivamente marroquí, pero que impulsa a los Estados africanos a poner fin a divisiones, y detener la instrumentalización de una organización que se supone que sirve a un ideal y meta panafricana.