Pablo Milanés, la vida a pesar de todo

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Enarbolando la bandera socialista y, por ser el pueblo el principal actor, el lábaro nacionalista. Esto es claro, se ve la composición de Pablo, la canción por la unidad latinoamericana que, en su eje central, dice: «Bolívar lanzó una entrella que junto a Martí brilló, Fidel la dignificó para andar por estas tierras».

Bolívar y Martí, con inspiraciones independentistas, cada uno en su época aunque Fidel, marchaba más con su ideal socialista. La trinchera de Pablo no es otra que la canción comprometida con la causa socialista como la dedicada a Salvador Allende diciéndole «Que soledad tan soledad te inundaba», de 1974, así como en piezas como la dirigida al Ché Guevara: de quien se expresa como «Si el poeta eres tú».

Desde luego que la vida de un hombre circula por diversos vectores y, en el caso del cantante cubano, el amor se manifiesta de modo muy romántico, pero añorante como sucede en Canción para vivir: «Muchas veces te dije que antes de hacerlo, había que pensarlo muy bien». Esa nostalgia vivencial también se refleja en Hoy la vi: «Hoy la vi y tenía el rostro ajeno al que yo amaba, el que dan unos años de no ser feliz».

En otras melodías se muestra más apasionado como en Yolanda: «Esto no puede ser no más que una canción. Quisiera fuera una declaración de amor. Romántica sin reparar en formas tales. Que ponga un freno a lo que siento ahora a raudales».

El amor se vive y se va, esa es su esencia melancólica. Milanés está formado en el antiguo arte del feeling cubano, sin embargo sus composiciones amorosas contradicen el sufrimiento, que es el sustrato de esa atribulación íntima.

Pablo aboga por el amor humano, de sencillez y necesario. En Yo no te pido y Canción para vivir, su percepción de la vida y del universo estaban centradas en la acumulación de experiencias y la forma de abordar el tema; esa irrevocable tendencia a lidiar contra la dictadura de las dos agujas del reloj, como lo hace en El tiempo, el implacable, el que pasó, donde denuncia un «violento cimiento se forjó, llevaremos sus marcas imborrables. Aferrarse a las cosas detenidas es ausentarse un poco de la vida. La vida que es tan corta al parecer cuando se han hecho cosas sin querer. En este breve ciclo en que pasamos, cada paso se da porque se sienta y al hacer un recuento ya nos vamos y la vida pasó sin darnos cuenta».

Ha fenecido a los 79 años uno de los más grandes talentos que participó en nuestra formación sicológica-emocional de generaciones sesenteras con su arte y sus ideas. Nuestra lucha socialista, sea mucha o poca la colaboración, se ve acompañada de sus canciones, nuestros amores y, en la forma de entenderlos, se vio nuestra conciencia aconsejada con su literatura y nuestros buenos y malos momentos acompañados por sus canciones.

¡Que descanse en paz, este unicornio azul!

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