El niño Rayan Oram, atrapado desde el martes pasado en un pozo de 32 metros de profundidad, fue rescatado hoy por paramédicos marroquíes… ¡sin vida! El acontecimiento mantuvo en vilo no sólo al Rey Mohammed VI, sino al mundo entero, imaginando el horror que vivió un ser desvalido de cinco años atrapado en una excavación llena de agua y soportando el hambre mientras gemía por ayuda. ¡Sea la gloria para un indefenso que, al igual que muchos en el mundo, enfrentan situaciones difíciles sin nadie que los asista!
El acontecimiento conmovió a Marruecos entero y más allá de sus fronteras. Los mensajes de consolación a los padres de Rayan llegaron desde Estados Unidos, Japón, Noruega, Francia, Alemania y muchos otros países.
Rayan había caído el pasado martes a un pozo que sólo estaba protegido por una especie de barril, situado junto a la casa familiar en la aldea de Ighran, a unos 70 kilómetros de la localidad norteña de Chaouen.
En diciembre de 2018, un caso similar se registró en Tailandia, específicamente en las cuevas de Tham Luang, en la localidad de Chiang Rai, al norte de ese país oriental. Ahí habían quedado atrapados 12 adolescentes y su entrenador entre las cavidades subterráneas. Después de 17 días, fueron rescatados con vida; en ese caso el desenlace tuvo un final agradable pero en esta ocasión, un niño solo, sin más esfuerzo que su propia sobrevivencia y sus escasas fuerzas, no pudieron ser suficientes para ser rescatado con vida, en medio de una soledad y desesperación abrumante: algo fuera de toda comprensión humana.
El Rey Mohammed VI de Marruecos, dolido por la tragedia, solicitó la presencia de los padres de Rayan para expresarles directamente sus condolencias. El monarca había movido todos los recursos e instancias a su alcance para rescatar al pequeño, que había caído en un pozo hecho casi con improvisación y no siguiendo los reglamentos adecuados. Eso fue lo que dificultó el proceso de rescate, pues la cavidad estaba hecha con medios rupestres, salientes afiladas, con posibilidad de derrumbes que amenazaban la vida de Rayan en cualquier momento.
Algunos espeleólogos intentaron llegar hasta él, pero las cavidades menores de 30 centímetros no lo permitieron; el niño estaba a merced de un lugar inaccesible.
La labor de los rescatistas fue cuidadosa, usando un método de excavación vertical cercano al pozo para evitar cualquier resquebrajamiento de rocas que pudieran sepultarlo. Un trabajo minucioso que, pese al éxito de su realización, no pudo ser concluido con el éxito de la vida de Rayan.
A continuación les presentamos el texto que el Rey Mohammed VI difundió sobre este lamentable suceso. En este destaca su dolor por la muerte de un miembro de su pueblo, cuando todos en sí, son importantes desde el más pequeño hasta el más grande. ¡Todos son el pueblo de Marruecos!
Texto del Rey Mohammed VI
«Tras el trágico incidente que costó la vida al niño Rayan Aourram, Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le preserve, tuvo una llamada telefónica con el Sr. Khaled Aourram y la Sra. Ouassima Kharchich, padres del difunto quien murió tras caer en un pozo. En esta dolorosa ocasión, Su Majestad el Rey, que Dios le asista, expresó su sentido pésame y su sincera compasión a todos los miembros de la familia del difunto en esta dolorosa prueba, siendo la voluntad divina imparable, implorando al Todopoderoso que le acoja en su santa misericordia y en su vasto paraíso, y que conceda paciencia y consuelo a su familia que ha
perdido a su hijo.
SM el Rey, que Dios le glorifique, aseguró que había seguido de cerca la evolución de este doloroso incidente y que había dado sus altas instrucciones a las autoridades concernidas para que tomaran las medidas necesarias y desplegaran todos los esfuerzos posibles para salvar al difunto, pero siendo la voluntad de Dios imparable, el niño respondió al llamamiento del Altísimo.
El Soberano, que Dios lo preserve, expresó su consideración por los incansables esfuerzos realizados por las diferentes autoridades, fuerzas públicas y actores asociativos, así como por las muestras de solidaridad y amplia simpatía expresadas hacia la familia del difunto por las diferentes categorías y familias marroquíes, en esta dolorosa circunstancia. En conclusión, Su Majestad el Rey aseguró a la familia del difunto su alta benevolencia y su alta solicitud».