Expertos académicos exhiben la farsa del catalángate y la complicidad de «Citizen lab»

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El diario español «El Mundo» publicó, el 42.02.2023, un artículo bajo el título: «La farsa del catalan-gate y la complicidad de Citizen Lab», de su autor Julio Valdeon, centrándose en el reportaje publicado, recientemente, por el profesor universitario José Javier Olivas, cuestionando la fiabilidad y credibilidad del informe «Catalan-gate» del laboratorio canadiense «Citizen Lab» sobre la supuesta «implicación» del gobierno español en el espionaje de los separatistas catalanes.

Julio Valdeón recordó las conclusiones de José Javier Olivas, según las cuales este movimiento separatista había presentado el informe «Laboratorio Ciudadano» para presionar al gabinete del presidente español Pedro Sánchez, al tiempo que instrumentalizaba a la comisión del Parlamento Europeo, encargada de investigar el uso de Pegasus (PEGA), con el fin de obtener la nulidad de los juicios de 12 personalidades separatistas catalanas que fueron condenadas a penas de prisión que van de los nueve a los 13 años, por «delito de sedición».

José Javier Olivas escribió, en Twitter, que no hay Oscar a la vista para Clara Ponsatí, en referencia a la reciente detención del eurodiputado, acusado de desobediencia. «Ella finge sorprenderse cuando la arrestaron, a pesar de que estaba rodeada de periodistas convocados precisamente para inmortalizar el momento de su detención», explicó Olivas, profesor de la London School of Economics e investigadora del Departamento de Ciencias Políticas y
administración de la UNED, que conoce bien las travesuras de los separatistas.

El catedrático investigó en profundidad el informe «Catalan-gate» publicado por el «Ciudadano Lab» en Toronto, «un trabajo de investigación plagado de errores y carencias metodológicas, que ponen en duda su confiabilidad al mostrar «una total falta de transparencia en en cuanto a la metodología adoptada, que es anormal en el mundo académico, donde el investigador también debe especificar los posibles conflictos de interés económico o político».

Asimismo, recordó que “muchos académicos han pedido a Citizen Lab que les brinde información sobre su investigación, pero el laboratorio canadiense se negó. por ejemplo, los expertos de Citizen Lab no dicen cuántos dispositivos han sido analizados, porque no es lo mismo si hay 50 y todos son positivos, o si hay 2000 y sólo 50 son positivos. Tampoco especifican quién los analizó, ni cuándo, ni cómo. Y cada vez que señalamos deficiencias en el informe, Citizen Lab adopta
una actitud arrogante, desprestigiando a quienes les piden explicaciones».

¿Curioso, no es así ? «Sobre todo porque piden explicaciones a los gobiernos y
empresas y les exigen que sean transparentes, a sabiendas que no respetan las normas transparencia académica».

El informe fue promovido por Ronan Farrow en el «New Yorker», luego reportado por el «El Correo de Washington». «Estuvo bien organizado. Lanzaron una campaña bien orquestada a nivel internacional, en la que no solo culpó a España, sino que también hizo silenciar las voces críticas. «Citizen Lab» tiene contactos con muchos periodistas especialistas en el campo de la tecnología.
Quienes investigaron la confiabilidad del informe «Citizen Lab» fueron hostigados en las redes sociales o han sufrido intentos de desacreditarlos. «Si nos fijamos en las conclusiones del PEGA, se destaca España. Los separatistas catalanes
instrumentalizaron esta comisión de investigación para obtener la nulidad de los juicios de los separatistas».

Por otro lado, ni el Gobierno ni la mayoría de los partidos políticos españoles parecen reconocer la importancia de esta maniobra, que socava la credibilidad del estado de derecho.

«Ellos ni siquiera utilizaron las herramientas disponibles para oponerse a la campaña de desinformación. Ni el gobierno ni la mayoría de los partidos envió emisarios para cuestionar la calidad de la relación. La narrativa es la diseñada por los separatistas y Citizen Lab».

«Toda la información que demuestra que se trata de una campaña de intoxicación ha sido recogidos por ciudadanos como yo, que investigaron el asunto durante su tiempo gratis, sin ningún tipo de apoyo institucional. Es normal que el independentismo y el Laboratorio Ciudadano sentían que gozaban de cierta impunidad», agregó Olivas.

Para ilustrar el alcance de la campaña de desinformación, el profesor dice: «alguien llevó al corresponsal de un diario japonés en Bruselas a Barcelona para entrevistarlo José Bové (ex eurodiputado francés), antes de publicar un artículo muy crítico contra España a Japón». Además, según el profesor, parece que las embajadas y los consulados no tienen el mandato de contrarrestar estas iniciativas de desinformación.

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