Estados Unidos debe aprender a coexistir con la RPD de Corea, posesora de armas nucleares

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La confrontación nuclear entre la RPD de Corea y los Estados Unidos se ha presentado como un problema de primer orden en la arena política internacional. La República Popular Democrática de Corea inventa sucesivamente y a gran velocidad varios tipos de medio de transporte de la bomba atómica y Estados Unidos hace desesperados esfuerzos para detenerlo. El segundo califica de ilegal la posesión de las armas nucleares por parte del país asiático y su fortalecimiento, y ejerce la presión internacional sobre él. El mundo observa la “lucha de la maroma nuclear” entre ellos.

¿Es ilegal la posesión nuclear por la RPD de Corea?

¿El desarrollo nuclear de la RPD de Corea es una “intolerable” violación del orden nuclear mundial?

La RPD de Corea y Estados Unidos mantienen relaciones hostiles durante más de medio siglo.

Después de la II Guerra Mundial el imperio norteamericano ocupó la mitad del territorio coreano y desencadenó una guerra (1950-1953) contra la RPD de Corea que llevaba menos de dos años de fundada, intimidándole con aplicar la bomba atómica. También en el tiempo posterior al cese al fuego, introduciendo en Surcorea gran cantidad de armas nucleares, continuó el chantaje nuclear contra Corea popular.

Este país no nuclear, con miras a poner coto al chantaje nuclear del imperio suscribió el Tratado de No Proliferación Nuclear. Este tratado adoptado en 1968 estipuló que, a excepción de los 5 países nucleares de aquel tiempo, ningún país desarrolla armas nucleares y los países nucleares nunca les aplican el chantaje nuclear a los no nucleares. Pero el imperio lo violó y se valió de la gran cantidad de fuerzas militares y las armas nucleares para aplicarle continuamente el chantaje nuclear a la RPD de Corea. Particularmente en los años del 90 del siglo pasado aprovechando el derrumbamiento del socialismo en los países europeos orientales hizo cuantos esfuerzos que podía para estrangular y echar a pique a la RPD de Corea. La definió como el objeto del ataque anticipado nuclear, calificó como el “país bribón” y el “eje del mal” y trató de suprimirla militarmente.

El Tratado de No Proliferación Nuclear tenía fragilidad en la que la RPD de Corea pensó no podía depositar su destino, y en 2003 declaró definitivamente su retirada de ello. Ante el cada día más agravante chantaje nuclear de Estados Unidos, Corea popular optó con resolución por el desarrollo nuclear y por fin, en febrero de 2005 declaró la posesión de las armas nucleares. En octubre de 2006 logró éxito en la primera prueba nuclear y se hizo país nuclear.

En fin, la RPD de Corea consiguió el arma nuclear para defender a sí misma de la coacción y la violencia del imperio y precisamente este mismo lo protagonizó.

Pues bien, ¿es legítimo que Estados Unidos, país nuclear, le aplicó el chantaje nuclear a la RPD de Corea que no era país nuclear e ilegítimo que este último país, para su existencia y frente a la tiranía, consiguió la bomba atómica? A la parcialidad y la norma de doble rasero, Corea socialista contraviene fuertemente y sin importar lo que digan otros, fortalece más sus fuerzas armadas nucleares autodefensivas.

Putin, presidente ruso, en una tribuna internacional dijo: “En la política mundial el abuso de la fuerza da origen a algo como la situación en la que se encuentra la RPD de Corea que defiende a sí misma de la presión exterior.”

La disposición de la RPD de Corea es clara. Es que mientras Norteamérica continúa la política de hostilidad a la misma y su chantaje nuclear, no renunciará nunca a las armas nucleares, sino que continuamente le hará frente hasta ajustar las cuentas.

 

Estados Unidos debe coexistir con un país fuerte

Estados Unidos que ejercía presión de alta dureza sobre la RPD de Corea, ante la rápida posesión de las fuerzas armadas nucleares por ésta y su fortalecimiento, se vio empujado en un aprieto. Fue porque ella era demasiado fuerte y castigarla no tendría validez y dejarla en paz le quebraría la ambición por la bomba termonuclear. Acude en el último recurso: el “embargo” y la “presión” ya aplicados, que no tienen ninguna validez para la RPD de Corea que se mantiene firme aun ante las “restricciones” de varios decenios. Tampoco ella aceptará mansamente las injustas sanciones.

Y, ¿qué será para el imperio la medida del que valerse?

Después de la II Guerra Mundial cuando instituían la ONU, algunos propusieron restringir a China para que fuera selecta como país miembro permanente del Consejo de Seguridad. Al cabo de la discusión llegaron al acuerdo de que sería más bueno atraer al país con la mayor población del mundo que rechazarlo, y así China, entonces país con el poderío estatal vulnerable y el poco derecho a la palabra, se hizo país miembro permanente.

Como entonces, para Estados Unidos será proceder sagaz, coexistir con la RPD de Corea que hoy surge rápidamente como potencia nuclear innegable y no tratarla como el enemigo. En otra palabra, reconocer su posesión nuclear en sus condiciones específicas, concluir con ella el acuerdo de paz y entablar relaciones de buena vecindad y amistad.

Si se hace realidad esto, la bomba termonuclear de Corea democrática no será para el imperio ningún peligro ni amenaza. Pero, esto no hará endeble el Tratado de No Proliferación Nuclear. Porque la RPD de Corea, aunque no es país contratante del mencionado tratado, ya publicó que cumpliría con su responsabilidad en función del país nuclear.

Norteamérica debe considerar las cosas a partir de la realidad.

Que él reconozca o no, la tenencia de las armas nucleares por la RPD de Corea ya se dio por hecho. Cuanto más el primero intensifica las restricciones y las maquinaciones de estrangulamiento tanto más fuertemente la segunda le enfrentará y fortalecerá sus fuerzas armadas nucleares en todos sus aspectos. Ya tiene todos los equipos y medios relacionados con la bomba termonuclear de punta e incluso la capacidad real de golpear el territorio estadounidense.

Hoy el imperio se encuentra en una alternativa: ejercer presión continuamente sobre la RPD de Corea y apretar con sus propias manos la cuerda pasada con nudo corredizo alrededor de su cuello o establecer relaciones de paz con ella y coexistir.

Los Estados Unidos debe ser prudente en estas opciones.

 

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