La crisis en Venezuela; un polvorín semejante a Siria

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La situación en Venezuela parece desplomarse. No hay un día en que se mencionen las carencias que está pasando ese pueblo sudamericano, bajo el gobierno de Nicolás Maduro, quien a su vez, se defiende de las presiones estadounidenses que buscan sacarlo del poder mediante sanciones y bloqueos económicos y financieros.

Ya se han dado casos de que la población venezolana ha emigrado a través del puente Simón Bolívar, desde el año pasado. De hecho, la mayoría de los medios internacionales han denunciado que la situación podría tornarse en una «Siria sudamericana», ante el preocupante éxodo que se ha reportado hacia Colombia, primeramente y, hacia otros países como Perú, Costa Rica e incluso, México. Estados Unidos también está en la mira como una meta para la solicitud de asilo.

Llama la atención un crónica realizada por el diario español El País, respecto a una familia que logró salir del país hacia Colombia el año pasado. La historia da testimonio de las carencias que se viven en la nación bolivariana: hambre, desabasto, desempleo, carestía, inflación, etcétera. Los rasgos del socialismo madurista han dejado este sello, según sus relato.

El diario relata la historia de Susana Guevara, de 25 años, quien huyó de de Caracas hacia Colombia a finales del año pasado con su madre y sus dos hijos, el más pequeño de ellos todavía presenta signos de desnutrición, el otro, el mayor, tiene leucemia y raquitismo. “Por eso nos vinimos: no había medicinas para tratarlo”, dijo Susana. “Por eso y porque la represión política ya es inaguantable”.

Guevara, quien es médico radiólogo, narró circunstancias terribles durante su estancia en Venezuela: fue detenida varias veces, su hijo fue secuestrado en una ocasión, la policía revisaba constantemente su domicilio y cuando se atrevió a dejar atrás su país, también dejó a su esposo, quien es un defensor del chavismo del cual escapó sin más pensarlo.

En la población fronteriza de Cúcuta, a donde llegó con escasas pertenencias y ahorros, es ahora el hogar de al menos un millón de venezolanos que también decidieron salir de patria en busca de un mejor vida, eso tan sólo en lo que va de este año.  “Al principio alquilamos una habitación, pero se agotó el dinero y vivimos en la calle hasta que nos abrieron las puertas de un centro de acogida”.

Su meta es llegar a Perú, principalmente para poder tratar a su hijo de leucemia.

Aunque la ONU ha denunciado la cuestión venezolana como un fenómeno que fomenta a expulsión y desplazados, las autoridades no vacilan en endurecer su posición y arremete contra los sectores críticos, fomentando la represión y encarcelando a civiles, a los que somete a juicios militares, un hecho viola flagrantemente la condición de los detenidos.

Sólo para que lo sepan: Se habla de que ocho de cada diez venezolanos huyen de la pobreza crónica o severa, de una inflación perniciosa y de trabajos mal pagados, en un país donde el PIB se ha desplomado 40%, ocasionando desabasto de alimentos básicos, medicamentos y productos de higiene personal.

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