
En la actualidad también entre muchas personas del mundo se transmiten los cuentos de amor y fidelidad del Presidente Kim Il Sung (1912-1994), fundador de la Corea socialista, dirigidos hacia amigos y compañeros.
Amor que siguió en 5 generaciones
Hay un cuento de que el Presidente Kim Il Sung concedió el amor caliente a la familia de Zhang Weihua durante cinco generaciones. Los padres de Kim Il Sung y los de Zhang Weihua eran muy amigos y esto influyó en la amistad de sus hijos.
Siendo descendiente de la familia rica, Zhang Weihua fue enamorado por la personalidad noble de Kim Il Sung, lo veneró y lo siguió apasionadamente y cuando fue detenido por los enemigos durante la lucha antijaponesa optó por la suicida a los 25 años de edad en fiel cumplimiento de la amistad con él.
Kim Il Sung lo consideró como su benefactor quien patrocinó en cuerpo y alma la revolución coreana y sacrificó su vida en ese camino.
Luego de rescatar el país (15 de agosto de 1945) de la dominación militar de Japón, Kim Il Sung hizo buscar a los familiares de Zhang y los invitó a Pyongyang para entrevistarse con ellos. A las decenas de familiares les entregó regalos en honor del primer encuentro, les recomendó que visitaran cuando quiera a la RPD de Corea considerando a él como su propio padre y los atendió con el amor paternal para que ellos no sintieran ninguna incomodidad.
A Zhang Jinquan, hijo de Zhang Weihua le dotó de instalaciones fotográficas, le envió una mesa con motivo de su aniversario 60 y tomó la medida de que su nieto y nieta estudiaran como su petición en el entonces Instituto Superior de Relaciones Internacionales. Una vez visitó su residencia, se interesó por su estudio, vida y apetito y les preparó una mesa abundante por el aniversario de sus nacimientos.
En abril de 1987 se encontró por 7 veces con los familiares de Zhang Weihua que estaban de visita en la RPD de Corea y abrazando a su bisnieta dijo que era la flor de la amistad RPDC-China que floreció por quinta vez para la envidia de todo el mundo.
Envió al sepulcro de Zhang Weihua una lápida con escrituras de su puño y letra, hizo efectuar con solemnidad el acto de desvelo de la lápida para entregar al mártir revolucionario una vida eterna.