Aunque en 31 estados de la Unión Americana es legal la pena de muerte, ésta sólo se aplica a los casos de homicidio, traición a la patria, espionaje, genocidio o crímenes de guerra. Este lunes, el presidente Donald Trump reiteró su propuesta de extender esta sentencia a los culpables de narcotráfico, siguiendo el caso de países como China, Singapur y Malasia, donde la pena capital se aplica todo aquel que trafique con drogas.
«Creo que es una discusión en la que tenemos que empezar a pensar. No sé si estamos listos, no sé si este país está preparado», dijo Trump en un mitin de campaña en apoyo al candidato republicano al Congreso, Rick Saccone.
Trump comparó la muerte causada por un individuo que tirotea o apuñala a sus víctimas con la que es propiciada por un narcotraficante que puede «matar a cinco mil personas con drogas porque las está traficando y está ganando mucho dinero. La gente está muriendo, y los responsables se van sin un castigo serio», comentó.
«Es por eso que tenemos un problema. No creo que debamos jugar», advirtió el mandatario. «Ahora, nunca hice una encuesta sobre eso, no sé si eso es popular, no sé si eso es impopular… Pero estas personas están matando a nuestros hijos y están matando a nuestras familias, y tenemos que hacer algo”, sentenció.
Sólo para que lo sepan: Esta no es la primera ocasión que Trump pide la pena capital para los narcotraficantes. En noviembre pasado, pidió que se le aplique al homicida que causó la muerte de ocho personas en Nueva York. A principios de marzo, sugirió que Washington debería seguir el ejemplo de algunas naciones asiáticas que aplican la pena de muerte a traficantes de drogas. En esa ocasión, señaló que «esos países tienen una pena muy, muy dura, la pena más dura posible. Y, por cierto, tienen muchos menos problemas con las drogas que nosotros». Se dice que la idea se la sugirió el propio presidente de China, Xi Jingpin.
