Tres días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propusiera restricciones en la adquisición de armas de fuego, así como la prohibición de dispositivos bélicos como el «bump stock» que convierte las armas normales en automáticas, la Asociación Nacional del Rifle, surgida de la Enmienda 2 constitucional, se opuso a aplicar estas medidas por considerar que «no tienen nada que ver con el tiroteo de Florida».
La vocera de esta poderosa agrupación, Dana Loesch, afirmó que “no nos veremos engatusados al pensar que somos responsables de una tragedia con la que no tuvimos nada que ver”.
De esta manera, se refirió a la masacre realizada por un estudiante de 19 años en una escuela de Parkland, Florida, que dejó 17 personas muertas, algo que los padres de familia de la institución y los medios de comunicación consideran como “abrumador” y “aterrador”, al tiempo que exigen a los políticos que hagan frente a la violencia armada.
“Imagínate que sufres un accidente de avión y que tienes que subirte todos los días para ir a alguna parte”, dijo David Hogg, uno de los sobrevivientes del tiroteo del pasado 14 de febrero, en el programa This Week de la cadena ABC. “No puedo imaginarme, emocionalmente, lo que vamos a pasar mis compañeros y yo ese día”, dijo.
La Asociación Nacional del Rifle es un poderoso grupo que reúne a más de cinco millones de miembros, los cuales incluso apoyan económicamente a políticos en campaña a cambio de que mantengan vigente la posesión de armas de fuego. Loasch, no sólo es la vocera de la ANR, sino una fuerte promotora de la Enmienda 2 que además cuenta con una amplia base de seguidores conservadores, (se dice que tan sólo en Twitter tiene 765 mil de ellos) y hasta su propio programa de radio, The Dana Show.
Dana comentó respecto a las medidas propuestas por Trump «los medios adoran los tiroteos masivos porque las madres blancas que lloran significan audiencia de oro”.
