El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió el trucaje de armas denominado bump stock, que las hacen más letales. Se trata de un dispositivo que vale 100 dólares y convierte cualquier arma normal en una automática, con la posibilidad de hacer disparos continuos.
Este fue el tipo de armas que usó Stephen Paddock usó durante su ataque contra más de 22 mil personas que presenciaban un festival de música country en Las Vegas. En menos de diez minutos, mató a 58 personas y dejó más de 500 heridos, en una acción que ah sido considerada como el tiroteo más mortífero que se ha registrado en la historia de Estados Unidos. Y ni siquiera se sabe cuál fue el motivo.
La medida fue decretada por Trump, a menos de una semana de que se registrara un nuevo ataque, esta vez realizado por un estudiante de 19 años que, al parecer, tenía resentimientos por haber sido expulsado de la Universidad de la Florida. El saldo en esta ocasión fue 17 personas muertas.
Expertos en armas sostienen que esta propuesta no ayuda en nada a detener la violencia ni a prevenir nuevos tiroteos como los dos antes mencionados. En el caso del ataque en Florida, el estudiante usó un rifle semiautomático AR-15, que realmente no necesitaba ninguna modificación, per sí ejemplifica que se pueden conseguir con facilidad.
Trump se encuentra nuevamente entre la espada y la pared, pues decretar una prohibición en la venta de armas, le generaría millones de enemigos que lo castigarían en las próximas elecciones medias. Por otra parte, el número de manifestantes que se oponen a la Enmienda 2 está creciendo ante los ataques masivos registrados que, además de decesos, han causado el aumento del temor por salir a las calles sin ser atacado.
Se dice por otro lado, que la Casa Blanca analiza la posibilidad de, por lo menos, que el Congreso acepte aumentar las trabas para quienes busquen comprar fusiles de asalto.
