Crean unidad élite binacional para combate a las drogas

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El combate a las drogas ha sido el dolor de cabeza de México y Estados Unidos. Todo tipo de estrategias se han implantado desde hace décadas con resultados poco halagadores. Este jueves, ambos gobiernos anunciaron la creación de un nuevo cuerpo antidrogas que se encargaría de pegar en el sector más duro del problema: el sector administrativo delincuencial.

En un acto de cooperación sin precedentes, este equipo de investigación conjunto con base en Chicago, integrará fuerzas de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) y de la Procuraduría General de la República (PGR) con el firme objetivo de unificar esfuerzos para debilitar a los líderes de las organizaciones criminales «de alto nivel» y pegarle a su infraestructura financiera.

Una de las piezas importantes que hacen ver la efectividad que podría tener esta estrategia es que la DEA confía en los cambios del sistema legal mexicano en los últimos años, que han permitido acelerar la recopilación de pruebas y enjuiciamientos.

«El nuevo plan consiste en tomar velocidad y arrestar a más personas, más rápido», dijo AP Matthew G. Donahue, director regional de la DEA para Norteamérica y Centroamérica. «Eso es lo que realmente estamos tratando de impulsar: la cooperación que tenemos actualmente con México para ser un poco más eficiente, un poco más agresiva», agregó.

Otro aspecto que prevé un correcto desempeño bilateral es el compromiso mostrado por Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, quien propuso una campaña de pacificación a través de la amnistía a delincuentes, algo que funciona más hacia el lado de aquellos que quieren dejar la criminalidad y por cuestiones federales no han podido hacerlo.

Esta táctica para ser el resultado de una toma de conciencia en la que no sólo se exhibe a México como la principal ruta de la cocaína hacia Estados Unidos, sino que éste parece aceptar que es el principal mercado de las drogas, principalmente de heroína, cocaína y  metanfetaminas.

Tan sólo en 2016, el tráfico de drogas ocasionó la muerte de 64.000 estadounidenses a causa de sobredosis.

«No es solo un problema de Chicago, es un problema nacional. En realidad, es un problema internacional», sostuvo Brian McKnight, agente especial a cargo de la División de Campo de la DEA en Chicago. La nueva unidad antidrogas tendrá como principal objetivo «romper las cadenas de valor de las organizaciones, como lo son las rutas del mercado de drogas y armas».

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