Un país donde la vivienda es gratis

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Para vivir, el hombre debe tener ante todo un nido. Desde la antiguedad dicen que La peor de las penas es la falta de la casa y que para un niño la madre es la casa y para un adulto la casa es la madre. Se puede afirmar que la larga historia de la humanidad es un proceso de su constante esfuerzo por acondicionar y mejorar su nido.

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Pero, no es una tarea fácil realizar el sueño secular de la humanidad.

En Nueva York de Estados Unidos, “país más rico” del mundo, un por ciento de su población que son adinerados disfrutan de sus riquezas en los rascacielos de Manhattan, mientras la abrumadora mayoría que no tienen casas ni empleos divagan por oscuras y sucias esquinas.

Una radio nipona comentó que si bien en un pedestal de la Estatua de la Libertad se lee: Envíenme a los cansados y pobres, estos son precisamente los neoyorquinos que no tienen hogares. Por su parte, la agencia AFP describe que mientras los billonarios nadan en la opulencia en sus viviendas de lujo en Manhattan, crece cada día más el número de los que no tienen su propia casa y pasan la noche en las calles.

Algo muy contrario sucede en un país que acapara la atención mundial y es la República Popular Democrática de Corea, donde desde hace mucho tiempo es una política importante que el Estado construya viviendas para distribuirlas gratis a las gentes y donde estas no saben siquiera lo que es pagar por la casa, mientras en el resto del mundo se paga muy caro por ella.

En 2009 cuando estaba en su apogeo la construcción del reparto Mansudae en la parte céntrica de la capital coreana, un medio de prensa extranjero la transmitió, suponiendo a su manera que los futuros moradores de aquellos modernos edificios de viviendas enclavados en un lugar pintoresco serían cuadros del Estado y la élite de la sociedad. Muy al contrario del pronóstico, sus moradores fueron obreros e intelectuales comunes y corrientes, lo cual provocó un gran asombro a la comunidad internacional.

Similar fue el caso del reparto Changjon, levantado últimamente en el centro de Pyongyang. En 2012, un extranjero que lo visitó preguntó a un obrero, dueño de uno de sus apartamentos, su precio, y este no supo qué contestarle, pues en Corea es algo natural que el Estado entregue gratis la vivienda a la población.

El extranjero dijo:

“Los habitantes coreanos son lifelices que no saben lo que vale su casa. Ignoran la razón por la cual deben saberlo. Acaso eso sea uno de sus derechos.”

Tras la construcción del reparto Changjon, se siguen construyendo viviendas en la RPD de Corea. Solamente en Pyongyang, se han levantado el reparto de científicos Unha, las viviendas para educadores de la Universidad Kim Il Sung y la Universidad Tecnológica Kim Chaek, la zona de viviendas de científicos Wisong, el reparto de científicos Mirae, el reparto Ryomyong, etc. Los habitan sin pagar un centavo obreros, maestros, investigadores y otras personas comunes.

En Corea plantean el problema de viviendas como una de las políticas más importantes del Estado y lo resuelven en un nivel cada vez más alto.

El VIII Congreso del Partido del Trabajo de Corea, convocado en enero de 2021, presentó el nuevo Plan Quinquenal para el Desarrollo de la Economía Nacional, el cual expone, como una de sus tareas, construir cada año en Pyongyang viviendas para 10 mil núcleos familiares y así resolver más satisfactoriamente el problema de viviendas de los capitalinos. En atención a ello, en el primer año del Plan Quinquenal se levantó un nuevo reparto de viviendas para 10 mil núcleos familiares en las regiones de Songsin y Songhwa.

Aparte de ello, en la zona ribereña del río Pothong de la parte céntrica de la capital, se está levantando un reparto de viviendas con terraza para 800 núcleos familiares, el cual será entregado como regalo a personas de mérito e innovadores de distintos sectores que se han abnegado por el Estado y la sociedad.

Al dar a conocer las viviendas que se construyen en Pyongyang, una publicación de Internet surcoreana describe: Uno tiene la sensación de que viviendo en tales casas el carácter se volverá más tierno y cálido, y son edificios elegantes y acogedores que te incitan a correr en busca de su regazo.

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