En la actualidad también, entre muchos extranjeros se transmiten los cuentos que hablan el amor y la obligación moral del Presidente Kim Il Sung (1912-1994), fundador de la Corea socialista, dedicados a los amigos y compañeros.
Estatua de bronce de un extranjero erigida en la RPD de Corea
En la entonces Fábrica de Fertilizantes de Hungnam están erigidas la estatua de bronce de Zhou Enlai, dirigente probado y revolucionario destacado del Partido y el Estado de China y activista ilustre del movimiento revolucionario y obrero internacional y la lápida dedicatoria a él.
El dirigente chino guardaba profundo respeto al Presidente Kim Il Sung, aunque llevaba 14 años de edad más que al coreano.
El Presidente coreano también lo consideraba como su amigo, hermano y compañero de armas, le expresó siempre su confianza y apoyo invariables y cuando este se sometía a una operación por una enfermedad incurable, lo visitó pisando larga distancia y le alentó disculpándose por la visita tardía y diciendo que podría recuperarse si recibiera mejor la curación.
En abril de 1975, en su último encuentro con el Presidente coreano el entonces premier Zhou Enlai le recomendó que dirigiera la revolución mundial para el futuro de la humanidad. Su palabra conllevaba profundo significado y sinceridad.
Al informarse de su fallecimiento unos meses después, el Presidente Kim Il Sung no contuvo la tristeza con los ojos anegados de lágrimas.
Cada vez que se le ofrecía la oportunidad, recordó al dirigente chino y cuando Deng Yingchao, esposa de Zhou Enlai, visitó la RPD de Corea, acudió al aeropuerto para recibirla, le acompañó hasta la residencia y le ofreció un banquete opíparo. Además, propuso levantar la estatua de bronce de Zhou Enlai y la lápida dedicatoria a este en el lugar en que él pronunció un discurso en su visita a la entonces Fábrica de Fertilizantes de Hungnam y asistió al acto de desvelo. Muy conmovida, Deng Yingchao confesó al Presidente Kim Il Sung: Gracias, Presidente, me parece encontrarme con Zhou Enlai como si estuviera vivo.
Así que en la RPD de Corea se levantó por primera vez la estatua de un extranjero, la de Zhou Enlai, cuando esta todavía no había en su patria.
