El presidente de Estados Unidos, Donald Trump volvió a incorporar a Norcorea en la lista negra de Estados Unidos, en un intento por presionar a ese país a cesar sus pruebas nucleares y balísticas.
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tellirson, aseguró que la inclusión de Corea del Norte en la lista de enemigos de Estados Unidos, «disuadirá a terceros de emprender actividades con ese país. La decisión también vendrá acompañada de nuevas medidas dictadas por Trump, específicamente, buscará aumentar la presión de un cerco financieron contra las autoridades norcoreanas.
«El departamento del Tesoro anunciará nuevos castigos este martes. «Será sanciones del más alto nivel», dijo Tillerson.
En esta ocasión, Trump respaldó la medida argumentando “crímenes cometidos en el extranjero”, lo que parece ser una referencia directa a la muerte de Kim Jong Nam, medio hermano de Kim Jong-un, asesinado con gas nervioso cuando esperaba un vuelo en el Aeropuerto de Malasia.
En 2001, tras los atentados del 11 de septiembre, el entonces presidente George W. Bush, creó el Eje del Mal, en el que incluyó, entre otros, a Corea del Norte. La medida, en lugar de controlar la situación, sólo consiguió empeorarla a tal grado que 15 años después, Pyongyang se ha convertido en una potencia nuclear bélica.
Estados Unidos ha procedido nuevamente con un argumento diferente a lo que en sí busca lograr con estas presiones: poner fin a la carrera armamentista de Norcorea.
El régimen de Pyongyang ya está bajo sanciones económicas impuestas por Washington contra varios de sus dirigentes, a los que ha confiscado cuentas bancarias para impedir que el estado norcoreano pueda acceder a capital para sostener sus avances bélicos.
Ambos países se han amenazado constantes con atacarse sin que esto suceda en la realidad. Por el contrario, lo que el gobierno de Donald Trump ha estado haciendo es aumentar la presión y el cerco contra el país asiático, sobre todo para distanciarlo de sus principal aliado económico y comercial: China.
