La migración es considerada en Estados Unidos un factor de riesgo para la seguridad nacional, al menos así lo piensa el presidente Donald Trump, quien este miércoles rechazó dar continuidad al programa DACA, del cual se benefician casi 700 mil estudiantes que llegaron a la Unión Americana siendo niños.
La Casa Blanca aseguró que esta iniciativa, creada durante la administración de Barack Obama y defendida por los senadores republicanos Lindsey Graham, Jeff Flake y el demócrata Richard Durbin no cumple con las exigencias del mandatario respecto a la seguridad fronteriza y de reforma del sistema migratorio. La vocera de la sede presidencial, Sarah Sanders señaló que el DACA en lugar de proteger al país lo expondría a una mayor intrusión ilegal de migrantes, además de que mantendrá una la famosa lotería de visas, la cual Trump quiere ver muerta en cuanto llegue al país de su visita al Foro de Davos.
Sanders aseguró que Trump ha sido consistente en materia de migración, cuyo objetivos de aumentar el control es compartido por la mayoría del pueblo estadounidense y señaló que cuenta con el apoyo mayoritario bipartidista tanto en l Senado como en la Cámara de Representantes.
Por supuesto, reveló que el magnate inmobiliario condicionó cualquier continuación del DACA, la lotería de visas y la migración en cadena, a la inclusión de fondos para la construcción del muro fronterizo. Esta es la moneda que no quiere soltar para lograr su propósito de colocar la barrera antimigratoria.
La reacción no se hizo esperar y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, retiro de su oferta para asignar mil 600 millones de dólares ofrecido antes para el muro, a cambio de que el mandatario apoye al menos una reevaluación del DACA que incluya un camino a la ciudadanía para los “dreamers”. La situación tiene que quedar en claro antes del 8 de marzo, fecha en la que se iniciaría la eliminación del programa.
Sólo para que lo sepan: La iniciativa fue presentada a Trump hace dos semanas durante un encuentro en la Casa Blanca, en el que se mostró visiblemente molesto por la insistencia de los senadores para restablecer algunas protecciones a favor de los inmigrantes; fue cuando se refirió a algunas naciones como “agujeros de mierda”.
