Corea del Norte denunció las «canallas» intenciones de Estados Unidos por convencer al Consejo de Seguridad de la ONU para que adopte nuevas sanciones en su contra, las cuales tienen como finalidad detener sus avances nucleares y balísticos.
La medida fue propuesta por Washington luego que el ejército norcoreano realizará una nueva prueba nuclear el pasado 3 de septiembre. Ante la Conferencia de Desarme de la ONU, reunida en Ginebra, el embajador norcoreano, Tae Song Han, rechazó la medida de manera categóricamente. Se espera que este martes se reúna el Consejo militar de la ONU para emitir su votación al respecto.
La secretaria general adjunta de la ONU, Izumi Nakamitsu, recordó que con su prueba nuclear del pasado día 3, Corea del Norte violó por sexta vez en este siglo el tratado internacional que prohíbe tal acción.
Las nuevas sanciones establecen una prohibición a las importaciones de petróleo y gas natural al país, el congelamiento de todos los activos financieros del líder norcoreano, Kim Jong Un, y de su equipo gubernamental, que tengan en el extranjero, también prohibir la exportación de textiles, uno de los sectores más fuertes de su economía.
Con estas iniciativas, Estados Unidos busca que Pyongyang vuelva a la mesa de negociaciones y que suspenda sus programas estratégicos.
