Santa Claus y Reyes Magos; ¡algo que no sabías!

1599

Para todos es bien sabido que el 24 de diciembre se celebre la Nochebuena. Se trata del día que precede a la Navidad, con la que se conmemora el nacimiento de Jesús un acontecimiento que, aparte de ser religioso, se usa científicamente para señalar un antes y un después en la humanidad (AC-DC). Es curioso, pero también esa misma noche se espera la llegada de Santa Claus, un personaje que más bien proviene de la historia cristiana ortodoxa, pero cuya imagen ha sido malinterpretada.

San Nicolás (verdadero nombre de Santa Claus) consagró su vida a seguir los preceptos y profesías del Antiguo Testamento. Los escritos de San Metodio, Arzobispo de Constantinopla, ubican el nacimiento de Nicolás en Licia, Asia menor (ciudad que actualmente se encuentra en Turquía). Según él, este santo (porque sí fue un santo) vivió en el seno de una familia muy pudiente y ya desde muy niño se le veían actitudes solidarias y fraternales, al mostrar desapego a las cosas materiales. Se cuenta que todo lo que sus padres le daban o lo que obtenía, lo entregaba a los pobres motivado por una consigna personal que decía: “Sería un pecado no repartir mucho siendo que Dios nos ha dado tanto”. Esta vocación lo llevó más temprano que tarde a consagrarse sacerdote y fue asignado a oficiar en la ciudad de Mira. Fue a partir de entonces cuando su nombre cambió a San Nicolás de Mira.

Actos de humildad y fraternidad

Al morir sus padres, heredó una cuantiosa fortuna la cual donó entre los pobres,como ya era su costumbre, misma que se convirtió en leyenda. Se cuenta que una vez, un consejo de obispos discutía sobre quién debería sustituir a uno de los miembros que había muerto y decidieron aceptar al primero que entrara al templo. Nicolás desconocía el porqué los clérigos estaban reunido en esa ocasión y cruzó las puertas del recinto, convirtiéndose en el nuevo obispo de la región. San Nicolás murió el 6 de diciembre del 345, D.C. Su tradición de repartir su riqueza en esa temporada quedó plasmada en la caridad, así como en la ayuda altruista y fraternal a los más necesitados, más no en la entrega de obsequios como después se falseó a su figura. Tras la invasión mohematana, sus restos fueron trasladados a la ciudad de Bari, en Italia, donde la Iglesia lo decretó santo por los múltiples milagros que realizó en ese lugar. Su culto se extendió a Grecia y Rusia. También se dice que es patrono de los marinos, quienes le rendían culto e invocaban su protección cuando atravesaban por momentos de calamidad marítima.

¿Sinter Klaas?

En Holanda, se le conoció como Sinter Klaas y se le festejaba entre el  5 y 6 de diciembre. Los inmigrantes holandeses llevaron esta tradición a Estados Unidos en el siglo XVIII, donde se le representó con la vestimenta roja. Desde ese entonces también se le agregó el mito de que habitaba en el Polo Norte y que llevaba regalos a los niños; una leyenda con la que se le conoce hasta nuestros días. Por cierto, la carta que normalmente se le escribe a San Nicolás, es para abogar por las necesidades de los familiares y de la gente vulnerable que, en general, son los niños. No es un pedido de regalos como se hace actualmente, sino un forma de educar a los pequeños a fomentar la caridad y el altruismo para con sus seres queridos.

Ni Reyes, Ni Magos

La malinterpretación también ha ensombrecido la esencia de los Reyes Magos. De entrada, la Biblia no menciona que fuesen reyes ni especifica sus nombres. Sólo se dice que eran “magos”, término con el que se asignaba a los estudiosos o sabios de la astronomía antigua. Es todos conocido que estos tres personajes estaban siguiendo una estrella que les indicaría el nacimiento del Mesías. Los nombres Melchor (Melichior), Gaspar (Gathaspa) y Baltazar (Bithisarea) surgieron tras el descubrimiento de dos textos de un evangelio apócrifo hallados en el siglo V D.C.

Su peregrinar hacia el sitio del Nacimiento tiene más sentido cuando se le enfoca como una forma de honrar a Jesús, a quien le entregaban los tributos de un rey que consisten en oro, incienso y mirra. Es una ceremonia de humildad y caridad para dar la bienvenida al Salvador de la Humanidad. Sin embargo, esta tendencia derivó en una tradición popular que ha consistido en dejar regalos a los niños la noche del 5 de enero (esta fecha coincide con la Epifanía de la Iglesia Cristiana ortodoxa, la cual significa el «Día en que Jesús apareció en el mundo»). El cinco de enero es considerado por los ortodoxos cristianos como su Navidad, la cual se celebra trece días después que la Navidad católica.

Nuevamente y a diferencia de la tradición actual, la carta que los niños hacen no es para pedir regalos sino un acto de contrición en el que se enseña a los pequeños a evaluar sus propias acciones para someterlas al perdón del Salvador recién llegado (ese es el regalo que el niño Jesús hace en realidad, no los Reyes Magos), pues es aquel el que está llamado a cumplir las necesidades de los desvalidos al traer la salvación y entregarse en sacrificio por los demás.

Agradecimientos

EmbajadasTV agradece la participación de las embajadas acreditadas durante este año al aportar su información para el análisis, enfoque y difusión de sus actividades en nuestro país. En especial, a las embajadas de Alemania, Azerbaiyán, Brasil, Canadá, Costa de Marfil, Corea del Norte, Corea del Sur, China, Chipre, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Hungría, India, Indonesia, Israel, Kazajstán, Malasia, Marruecos, Polonia, Rusia, Serbia, Singapur, Tailandia, Ucrania, Unión Europea así como a las representaciones de Palestina y Taiwán. ObituarioRecordamos con cariño a nuestro amigo Abie Obou Marcelin, embajador de Costa de Marfil, quien falleció durante 2018, después de haber cumplido con éxito su misión diplomática en México.

 

DEJA UNA RESPUESTA