Tres días después de advertir a Reino Unido que su salida de la Unión Europea no sería fácil, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, reconoció que las negociaciones sobre el ‘Brexit’ «son bastante difíciles ya de por sí», en respuesta a las acusaciones de injerencia electoral manifestadas por la primera ministra británica, Theresa May.
Tusk recomendó hacer a un lado las emociones y prejuicios y dar la bienvenida a la discreción, moderación, respeto mutuo y la máxima buena voluntad posible para poder tener éxito en el proceso de divorcio de Londres y Bruselas». «Hay demasiado en juego para dejar que nuestras emociones se salgan de control. Porque en juego, están las vidas e intereses de millones de personas a ambos lados del Canal», reafirmó.
De esta manera, Tusk contestó a las críticas de Theresa May, quien había advertido que existía una posibilidad de que «algunos en Bruselas» quisieran interferir en las elecciones generales británicas del 8 de junio. Ni tardo ni perezoso, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, aseguró que «nadie quiere influir en la campaña electoral del Reino Unido», en referencia a los comicios legislativos del próximo 8 de mayo.
Por su parte, Tusk garantizó a la primera ministra británica que el bloque tendrá «un diálogo estrecho con Noruega a lo largo de las discusiones» sobre el Brexit, tal y como le ha pedido la dirigente inglesa.
