La República Popular Democrática de Corea se encuentra en alerta inminente ante la posibilidad de un ataque por parte de Estados Unidos. Según un comunicado enviado a nuestra redacción por la embajada de ese país en México, la situación es tan alarmante que ambas partes podrían estar al borde de un enfrentamiento directo en cualquier momento.
El documento señaló que Washington aplicó una serie sanciones consideradas como las más provocativas en la historia del conflicto para presionar al régimen norcoreano a que acabe con su autonomía militar frente a las constantes amenazas hechas durante décadas por la Unión Americana.
Agregó que el presidente Donald Trump amenazó con una aplicar una «opción militar» contra Norcorea, para «suprimir la idea, el régimen y el pueblo coreanos», lo cual fue calificado como «una violación flagrante de la soberanía de la RPDC y consecuente provocación contra ella».
El documento señaló a Estados Unidos como el «enemigo jurado que cometió de década en década y de siglo en siglo tremendos crímenes contra la nación coreana».
Las autoridades norcoreanas explicaron que eligieron «el camino de poseer poderosas fuerzas armadas nucleares para defender la soberanía del país, así como su derecho a salvaguardar a su nación contra el despotismo y la arbitrariedad estadounidenses».
«En esa senda, hemos declarado el fin a la lógica de bandido y al modo de existencia yanqui consistentes en que todos los países del globo terráqueo deben ser colonias en favor de sus intereses o hacerse víctimas», dijo el documento.
Asimismo, la representación diplomática aseguró que Norcorea «ahora empuña en una mano el martillo nuclear de justicia y en la otra, las poderosas armas del Juche cuyo alcance de fuego abarca todo el territorio norteamericano», dijo. «Adelantaría la autodestrucción de EE.UU. su estúpida idea de que su territorio estará salvo
y sano por encontrarse más allá del Océano.
Aseguró que «nuestra salvación y nuestro camino residen en el incremento de las fuerzas nucleares del Estado y no daremos ni un paso atrás en esta senda de justicia, digan lo que digan los otros».
