Al menos tres brigadistas fueron atacados por un grupo delictivo cuando viajaban a borde de tres vehículos para entregar ayuda humanitaria para las víctimas de los sismos en el estado de Oaxaca. Dos de ellos fueron hospitalizados por heridas de arma de fuego y golpes; una tercera brigadista fue violada.
En un comunicado, el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) denunció que la mañana del martes 26 de septiembre un grupo de jóvenes voluntarios partió de la Ciudad de México a bordo de 3 camionetas llenas de víveres y que, en algún punto de su camino, fueron interceptados por sujetos armados, los cuales dispararon contra el convoy humanitario.
El administrador de la fundación católica Papa Francisco Pro Felicitas A. Carlos Arvizú, coordinador del grupo de ayuda con destino a los municipios de Juchitán y Tehuantepec, denunció estos hechos que ensombrecen la solidaridad del pueblo mexicano tras una de las escenas más trágicas que se han vivido en la historia de este país.
Agregó que los delincuentes robaron los insumos donados por la sociedad, así como de los teléfonos celulares de sus víctimas y de 40 mil pesos en efectivo. Aunque ya hay una denuncia al respecto, Arvizú lamentó la falta de compromiso del gobierno de la República en garantizar el libre tránsito de las brigadas de auxilio.
“Pero nuestra indignación es contra el Gobierno Federal, que no está protegiendo a las brigadas de ayuda. Ellos no están ayudando, no trabajan ni llevan víveres, ni el Presidente de la República ni los gobernadores de los estados; se han limitado a llamar a la sociedad civil a que apoye, y la sociedad ha respondido sobradamente aún sin el llamado; pero el trabajo que a ellos les toca, el de brindar seguridad a quienes ayudan, es prácticamente nulo», indicó.
