Lituania advirtió que Rusia podría atacar a los estados bálticos en menos de 24 horas y la Organización del Tratado del Atlántico Norte ni siquiera tendría la capacidad adecuada para responder a esta ofensiva contra tres de sus miembros.
La alarma ya se emitió: una nueva amenaza se cierne contra el Báltico y el principal amenazante es Moscú a través de su enclave europeo en Kaliningrado. El jefe de servicios de contrainteligencia lituana, Remigius Baltrenas, advirtió que el principal propósito del Kremlin es fortalecer sus capacidades bélicas sobre sus contrapartes occidentales.
«Es una clara señala de que la OTAN no cuenta con una capacidad de respuesta rápida», dijo el ministro de Defensa lituano, Raimundas Karoblis. «La capacidad de reacción de la OTAN no esta tan rápida como pareciera ser», puntualizó.
Lituania, Letonia y Estonia fueron anexados por la Unión Soviética en los años cuarenta, pero ahora que forma parte tanto de la OTAN como de la Unión Europea, se han aumentado los temores de que Rusia intente retornar el control de esos tres países, tal y como hoz con Crimen, hace tres años.
Advertencia de Rusia
Por su parte, Moscú advierte de que los sistemas antimisiles estadounidenses desplegados en Europa y en barcos de guerra hacen posible un ataque nuclear fulminante contra Rusia.
«Las defensas antimisiles de Estados Unidos en Europa y en los buques que navegan cerca de nuestras fronteras elevan la amenaza de un ataque nuclear por sorpresa contra Rusia», ha afirmado este martes el teniente general Victor Poznijir, jefe adjunto de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso, en la Conferencia de Desarme celebrada en Ginebra (Suiza).
De este modo, el general ha reafirmado la amenaza que suponen para el territorio europeo de Rusia los buques estadounidenses con misiles en los mares Báltico y Negro —los cruceros y destructores de EE.UU., ha explicado, están equipados con misiles antibalísticos y cuentan con la posibilidad de desplegar en secreto y en poco tiempo más de 1000 misiles de crucero Tomahawk— y las defensas antimisiles que Washington tiene desplegadas en Rumanía y Polonia.
