Discurso conmemorativo pronunciado por el estimado compañero
Kim Jong Un en la ceremonia inaugural de la Exhibición de
Armamentos “Desarrollo de Defensa Nacional-2024”
Queridos compañeros y amigos:
Hoy celebramos aquí una exhibición de los éxitos logrados en un año en
el sector de la defensa nacional, en un momento emocionante en que se nos
acercan como resultado de ingentes esfuerzos de 2024 los frutos preciosos
que hemos recogido en los quehaceres estatales y en todos los dominios de
la construcción socialista.
Ante todo, expreso mi sincero agradecimiento a los miembros del sector
correspondiente y los auxiliares de la exposición que hicieron muchos
esfuerzos por sus preparativos.
Es magnífico el local de la exhibición.
Al recorrer la exposición que sintetiza el notable incremento de nuestra
capacidad de defensa nacional que nos provoca una nueva sensación al cabo
de un año, podremos evaluar satisfactoriamente la labor del sector de la
industria de defensa en constante ascenso.
Extiendo mi agradecimiento a los cuadros que se encargan del sector de
defensa nacional y que cada año hacen aportes excepcionales a lograr éxitos
asombrosos en el desarrollo de nuestras fuerzas armadas, entre otros el
general Kim Jong Sik, el general Jang Chang Ha, el presidente Ko Pyong
Hyon, el director Kim Yong Hwan y el rector Jon Il Ho, así como al
colectivo de científicos y técnicos de defensa nacional y a los funcionarios y
obreros de las empresas de industria armamentista pertenecientes al Comité
Económico No.2.
Últimamente se han producido profundos cambios en el sector de la
ciencia y técnica de nuestra defensa nacional y muchos problemas
científicos y técnicos han sido resueltos por nuestras propias fuerzas, el
colectivo de la investigación científica del sector.
Como testigo ocular de este proceso de cambios, me he convencido más
de la capacidad de nuestro colectivo científico-técnico y he comprobado el
futuro y potencialidad ilimitados de la República Popular Democrática de
Corea, que ha alcanzado un avance dignificante y sin par en el sector de la
industria de cerebro.
Estoy seguro de que es el resultado de la perfecta combinación de la
superioridad nacional y la política de formar acertadamente a los talentos y
movilizarlos de forma concentrada.
Aunque los sistemas de armas aquí exhibidos tienen diferentes misiones,
resumen los últimos logros científicos y técnicos de la defensa nacional y las
potencialidades de esta economía y sus tecnologías se han adquirido por
nuestros propios recursos, es decir, por nuestras propias fuerzas. A esto
quisiera atribuir una connotación especial.
Efectivamente, se han dado cambios importantes en los últimos años.
Todo lo que vemos hoy registra orgullosamente los logros de un año en
la revolución de la industria de defensa nacional en el nuevo siglo que
nuestro Partido planteó y lleva adelante. De esta forma, hemos proclamado
más alto la justeza y vitalidad de la idea de autodefensa de nuestro Partido
consistente en salvaguardar con nuestras propias fuerzas el Estado, el pueblo
y la causa revolucionaria, y hemos dado un paso decisivo para la conquista
de la meta de construcción de defensa nacional presentada por el VIII
Congreso del Partido.
A la exposición le añade más peso práctico y significación
político-militar el hecho de que ella sea fruto del desarrollo de la defensa
nacional que hemos logrado con la respuesta de la fuerza a la fuerza y la
rivalidad frontal como ejercicio de la soberanía en el 2024, año récord de la
perversa oposición y las aventureras acciones militares de Estados Unidos y
sus aliados.
Mediante los resonantes éxitos que logramos año tras año constatamos la
gran potencialidad y velocidad de desarrollo del sector. Nos bastan con ellas
para confiar en nuestra capacidad y seguridad de encarar con iniciativa no
solo las actuales amenazas enemigas de toda índole sino también las futuras
amenazas de seguridad.
Al fin y al cabo, nuestra industria de defensa nacional se ha renovado
como industria con tecnología punta que sostiene de manera más adecuada y
consecuente las acciones militares que requieren cada etapa, periodo y
circunstancia de la revolución, y se ha erigido como baluarte estratégico que
defiende con firmeza la posición de nuestro Estado que es una potencia
militar.
Nuestro avanzado sector científico-técnico de defensa nacional y la base
técnica de nuestra economía armamentista producen un efecto positivo y
juegan el papel orientador en la transformación de la estructura de toda la
industria nacional.
Compañeros:
Para que los armamentos aquí exhibidos, éxitos del presente año,
pudieran exponerse orgullosamente en este lugar, tuvieron que recorrer una
trayectoria penosa, que no fue simplemente la suma de las horas sino la de
récords, los cuales acompañaron, todos sin excepción, arduas exploraciones
e investigaciones.
Si bien pudiéramos equipararlos con otros más sofisticados del mundo
en cuanto al diseño, el nivel de fabricación, la calidad de materiales y los
datos técnicos, sería difícil apreciar su verdadero valor en toda su magnitud.
Llevan impregnado el noble espíritu del colectivo científico-técnico de
defensa nacional y los obreros de la industria armamentista quienes, en
medio de las brutales sanciones y bloqueo sin precedentes del enemigo
empeñado en sofocar nuestra independiente industria de defensa nacional y
en una situación difícil en que todo escasea, toman plena conciencia de la
gran esperanza del Partido y el pueblo que consideran el mayor
fortalecimiento de la defensa nacional como máxima expresión del
patriotismo y espíritu revolucionario y asumen como un deber propio de
ellos entregarse en cuerpo y alma a esa obra.
Por todo ello, así como por su justo propósito, carácter, espíritu
indomable y disposición de lucha sin parangón, nuestros armamentos son
miles de veces más poderosos, mejor dicho, tienen un poder incomparable
con aquellos fabricados por complejos de la industria bélica de Estados
imperialistas que tienen por objetivo la masacre, la destrucción y las
ganancias económicas.
Compañeros:
Hoy nuestra República ha emergido como un eje poderoso que ejerce su
influencia sobre los cambios de la situación político-militar mundial
apoyándose en el absoluto prestigio y poderío que se ha ganado con su idea
revolucionaria, causa justa y esfuerzo tesonero.
Sin la inteligencia y el valor extraordinarios y sin los constantes
empeños con que superamos las etapas de la ardua exploración y salto, no
podemos asegurar nuestra realidad en constante cambio y nuestro futuro que
se avecina.
Ahora somos testigos del mundo más caótico y violento que se ha visto
jamás después de la Segunda Guerra Mundial.
Las cínicas artimañas de Estados Unidos para poner a todo el planeta
dentro de la esfera de sus intereses, así como los distintos antagonismos y
contradicciones que ellas originaron, han traspasado el punto crítico de la
explosión, traduciéndose en guerras en sumo grado injustas y crueles y
hecatombes devastadoras.
Los preceptos internacionales que fueron instituidos para respetar el
territorio de cada país y la soberanía de cada nación y preservar la paz y
seguridad del mundo y que obedecen a esa finalidad se han vuelto, por
decirlo así, confusos debido a las acciones irreflexivas y arbitrarias de las
fuerzas dominantes.
Como hace casi un siglo en que la alianza fascista de Europa y Asia
formó un gran barullo de alcance planetario, hoy en día otra alianza
reaccionaria de Occidente y Oriente intenta, bajo la batuta del imperio
norteamericano, implantar a escala mundial un orden tiránico que responde
a su insaciable ambición.
En especial, EE.UU. amplía el sistema de la alianza militar que comparte
los artefactos nucleares en un afán de frenar el progresivo poderío de nuestra
República, reto irremediable a su política de dominación, y mantener y
reforzar su influencia sobre los países seguidores. Por otra parte, tiene
emplazados en los alrededores de nuestro Estado colosales medios de ataque
estratégico y efectivos de los países aliados e intensifica al máximo la
presión y la amenaza militares.
Nunca antes la Península Coreana ha encarado una situación en que el
peligrosísimo y tenso enfrentamiento de las partes contrincantes presagia la
más destructiva guerra termonuclear.
Otro hecho que a estas alturas no podemos dejar de pasar por alto es que
la excesivamente crítica situación creada en la región de la península jamás
ha sido engendrada por un malentendido.
Ya hicimos con Norteamérica toda una carrera de negociaciones y el
resultado fue nuestro convencimiento de la intransigente posición de fuerza
de la superpotencia –no la voluntad de la coexistencia– y de su inmutable
política hacia Corea de carácter agresivo y hostil.
Hace tiempo que al mundo le parece un tanto extraño el habitual sermón
de los politiqueros norteamericanos de que Estados Unidos no es jamás
hostil hacia la RPD de Corea.
La perversa ambición de EE.UU. y sus acólitos de suprimir a toda costa
nuestra ideología y sistema y exterminar a nuestro pueblo sigue siendo la
misma de siempre. Mejor dicho: en este siglo irrumpe en la fase de insensata
realización.
En un mundo como el actual que se ha caldeado al extremo por la
colisión de fuerzas militares, un país que renuncia a la autodefensa no es un
Estado soberano en el sentido más estricto de la expresión y está condenado
a ser víctima del despotismo y a la catástrofe impuesta por los invasores.
Todos los hechos nos enseñan cada día y a cada instante que la gran
capacidad de defensa nacional con que podemos superar al enemigo es el
único medio de defensa de la paz y la única garantía de la estabilidad y el
desarrollo duraderos.
Una vez más aclaro que nuestro Partido y Gobierno jamás estarán de
brazos cruzados ante las violaciones de la esfera de seguridad del Estado ni
quitarán por su propia iniciativa la pesa de la balanza militar.
Seguiremos actuando categóricamente para eliminar todas las amenazas
militares contra nuestro Estado y pueblo e invalidaremos totalmente el
intento enemigo del uso de la fuerza con el continuo incremento de nuestra
capacidad de defensa nacional y el ejercicio legítimo de nuestra soberanía.
Compañeros:
Consolidar nuestra fuerza sin interrupción y sin límites y aumentar de
manera sostenida nuestra gran capacidad de disuadir la guerra y
desenvolvernos en ella, con la cual podemos defender con responsabilidad la
soberanía, los intereses y el ambiente de seguridad de nuestro Estado, son
requisitos indispensables y permanentes que plantea el lineamiento de la
construcción de autodefensa nacional de nuestro Partido.
En estos momentos el enemigo también sigue afilando la espada y
evoluciona.
Por lo tanto, solo cuando demos saltos sin igual con nuestros propios
recursos, podemos impedir el choque militar con el enemigo y tomar la
iniciativa estratégica en el control de la situación político-militar.
La aspiración y voluntad de perseguir un poderío infinito sin sentirnos
satisfechos con el de hoy, nos prometen nuestra auténtica potencialidad y
avalan con certeza la seguridad del Estado.
Con esta exhibición de armamentos no pretendemos solamente repasar
la historia ni felicitarnos por el nivel que hemos alcanzado, sino subrayar la
necesidad de anticipar los cambios importantes en la capacidad de defensa
nacional con los adelantos vertiginosos de la industria de autodefensa y
elevar notablemente su posición y papel estratégicos.
Mientras existan las fuerzas que atentan contra nuestra soberanía y
persistan las maniobras aviesas de los enemigos, considero que debemos
seguir renovando y sofisticando los armamentos de diversos tipos, a tal
grado que exige el ambiente de seguridad de nuestro Estado bajo amenaza y
que nos insinúan los cambios que percibimos en los actuales campos de
batalla.
En correspondencia con las nuevas modalidades de la guerra moderna y
los métodos bélicos del enemigo que varían cada vez con mayor
peligrosidad, nos proponemos evolucionar de manera más ofensiva y sin
límites nuestra capacidad de defensa, modernizar en lo técnico a nuestro
ejército y equiparlo con más medios potentes.
El mundo cambia constantemente con el rápido desarrollo científico y
técnico y es muy grande la influencia de este cambio importante sobre la
seguridad de cada Estado.
Tener que adaptarse y enfrentarse con rapidez y agilidad a los cambios
del mundo objetivo constituye hoy en día una característica de la misión
principal del sector de defensa nacional y su rumbo de desarrollo.
La capacidad militar se debe renovar sin interrupción.
El detenimiento de la fortaleza militar significa el inicio de la debilidad
de defensa.
Nuestro Partido y Gobierno prestarán más atención y meditarán más a
este respecto, proyectarán más labores de largo alcance y las materializarán
con iniciativa.
Compañeros:
Debemos avanzar firme, invariable y más vigorosamente en apoyo a la
línea de autodefensa, cuya cientificidad y poderío fueron confirmados en
nuestra prolongada práctica revolucionaria. Esto nos promete la eterna
seguridad y futuro de nuestro Estado y pueblo.
Allanar el camino y la voluntad que esto implica son nuestra mayor
dignidad, orgullo y gloria.
Nuestro Partido y el Gobierno se dedicarán de lleno a cultivar mayor
capacidad militar y técnica y poseer mayor fuerza militar y con esa enorme
capacidad defenderán a nuestra patria gloriosa, la República Popular
Democrática de Corea.
Deseo que todos los compañeros que han participado en la ceremonia de
hoy pasen momentos gratos recorriendo la exhibición con el orgullo
merecido de nuestra capacidad de defensa nacional y con el optimismo y la
convicción de su desarrollo duradero.
Gracias