Fue cuando a fines de julio del año pasado varias zonas de las provincias Phyong-an del Norte, Jagang y Ryanggang situadas en la región septentrional de la RPD de Corea fueron afectadas por la crecida sin precedentes.
Inmediatamente el Secretario General Kim Jong Un tomó medidas estatales de movilizar competentes fuerzas de construcción para ofrecerles a los damnificados las magníficas viviendas incomparables con las anteriores. Pero, los daños eran tan enormes que preveían unos meses para estabilizar la vida de los damnificados.
Entonces, ¿a qué asunto dieron una importancia máxima el Partido del Trabajo de Corea y el Gobierno?
El Presidente de Asuntos Estatales Kim Jong Un acudió a la zona damnificada del distrito Uiju de la provincia de Phyong-an del Norte, se encontró con los perjudicados y les dijo: El asunto más pendiente durante unos dos o tres meses hasta terminar la construcción de las viviendas es la vida y la enseñanza de los niños y alumnos. La crianza, educación y enseñanza de ellos constituyen un asunto primerísimo del Estado que no se puede ceder jamás aunque se derrumbe el cielo. Y adoptó medidas importantes para operar el sistema emergente de llevar a Pyongyang a todos los niños y alumnos de las familias damnificadas y ofrecerles a cargo estatal óptimas condiciones de crianza y enseñanza en el ambiente seguro y confortable.
Las carreteras, puentes, tierras cultivables, viviendas y edificios públicos fueron perjudicados por la inundación, pero para el Presidente de Asuntos Estatales Kim Jong Un y el Gobierno de la República el asunto más importante era el problema relacionado con la enseñanza de los niños. La postergación de la educación ocasiona el atraso del desarrollo nacional. Esta era la máxima del mandatario coreano.
Según las medidas implementadas por este, miles de niños preescolares y alumnos recibieron la educación en Pyongyang sin la suspensión de un día bajo la atención profunda del Estado.
Dicen que el mandatario coreano siente una gran alegría cuando hizo algo útil para los niños y resuenan en alto sus risas y canciones.
Gracias a su concepto de la posteridad y el futuro, en la RPD de Corea se aplica la enseñanza obligatoria general de 12 años y se remozaron por doquier del país los campamentos de niños y los palacios de escolares y niños, así como se suministran a todos los niños los productos nutritivos y lácteos. El Estado les asegura normalmente a todos los estudiantes cuadernos, mochilas, artículos de uso escolar y uniformes tomándolo como su política invariable.
