
Desde los primeros días de su fundación, la RPD de Corea aspiró a la construcción de una economía independiente. Pues no podía levantar un auténtico Estado soberano e independiente al margen del autosostén económico.
El imperialismo japonés que ocupaba militarmente a Corea (1905-1945) destruyó la industria deforme y atrasada de Corea al derrotarse (agosto de 1945). Para colmo, debido a la Guerra Coreana (1950-1953) se redujo a cenizas todo lo que restauró el pueblo coreano después de la liberación. Corea se vio obligada a iniciar la construcción de la economía independiente sobre las ruinas.
Terminada la guerra el Presidente Kim Il Sung (1912-1994) presentó la línea principal de la construcción económica consistente en desarrollar con preferencia la industria pesada y, al mismo tiempo, la industria ligera y la agricultura. Era original dicha línea cuyo contenido no existía en cualquier obra clásica. En aquel entonces los chovinistas de potencia calumniaron esa línea para someter a la Corea a CAME. Las fuerzas hostiles le impidieron la construcción económica por ofensivas políticas y militares y férreos bloqueos económicos.
Pero, el pueblo coreano estaba seguro de que materializarla era la justa y única vía que le permitiera convertir el país en un poderoso Estado soberano e independiente.
El Presidente Kim Il Sung visitó muchos lugares del país como la entonces Acería de Kangson para llamar a todo el pueblo a la construcción de la economía independiente. Con el espíritu de apoyarse en las propias fuerzas y de luchar con tenacidad, el pueblo coreano fabricó las máquinas modernas como camión, tractor y buldózer y asentó una firme base para el progreso del país marcando un ritmo muy asombro en el desarrollo económico. Así que realizó la industrialización en un corto lapso de unos 14 años, y transformó al país en un Estado socialista soberano, autosostenido y autodefensivo.
La historia comprueba a las claras lo correcto que era la opción de la RPD de Corea.
Si este país con territorio no extenso, recursos naturales limitados y poca población hubiera recurrido a otros o rendido ante las presiones de los chovinistas de potencia de que se ingresara en el CAME sin mantener el principio del autosostenimiento, se habría sido víctima de la fluctuación económica mundial y no habría podido defender el sistema socialista.
Y será inimaginable la realidad de la Corea socialista que con una meta de construcción de potencia socialista registra un ritmo vertiginoso en el desarrollo económico logrando éxitos asombrosos y manteniéndose incólume ante los retos y bloqueos económicos de fuerzas hostiles.
Ya en 1994 el Presidente Kim Il Sung, en la entrevista con Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos que visitó la RPD de Corea, declaró que su país no temía a las sanciones, que hasta ese día logró un avance exitoso aun en medio de esas sanciones y que estaba dispuesto a superar otras más sanciones adicionales.