
El 6 de enero la RPD de Corea efectuó el lanzamiento de prueba del misil balístico hipersónico de alcance intermedio de nuevo tipo según el programa de desarrollo de defensa nacional. Con él el país asiático persiguió el objetivo de seguir mejorando el disuasivo de guerra nuclear tomando como eje del disuasivo estratégico un medio capaz de cambiar el curso de la guerra, o sea, un sistema de armamento al que ningún enemigo pueda reaccionar, lo cual es la aspiración de todas las potencias militares. Se anuncia que dicho misil pueda asestar un golpe demoledor al adversario burlando eficientemente cualquier barrera defensiva, por muy compacta que sea.