Kim Jong Un inspecciona la base de entrenamiento de una unidad de operación especial del EPC en la región occidental de la RPDC

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El día 2 de octubre, el estimado compañero Kim Jong Un, Secretario General del
Partido del Trabajo de Corea y Presidente de Asuntos Estatales de la
República Popular Democrática de Corea, se interesó en los ejercicios de los
combatientes mientras inspeccionaba la base de entrenamiento de una
unidad de operación especial del Ejército Popular de Corea en la región
occidental del país.
Le acompañaron el jefe del Estado Mayor General del EPC, Ri Yong Gil,
el subjefe del EMG del EPC, Kim Yong Bok, y el subjefe del EMG y titular
de la Dirección General de Exploración del EPC, Ri Chang Ho.
Kim Jong Un fue recibido in situ por los comandantes de la unidad.
Allí realizan ejercicios intensivos los uniformados de varias brigadas de
comandos según el programa de entrenamiento combativo y político.
Ese día, se efectuaron diferentes entrenamientos con el objetivo de
evaluar la preparación de los combatientes para la batalla y perfeccionarlos
tanto en lo espiritual y físico como en lo táctico y técnico para que puedan
cumplir fidedigna y exitosamente las misiones especiales en cualquier
circunstancia.


A través de las maniobras de ese día, las unidades principales de la
avanzada, fortalecidas como componente fundamental de nuestras fuerzas
armadas que defienden decidida y firmemente la soberanía de la RPDC y la
felicidad del pueblo, demostraron plenamente el poderío y temperamento de
la élite, exhibiendo la voluntad y la disposición de ocupar de un tirón el
centro de la región enemiga y cumplir sus objetivos de combate, tan pronto
como se les asigne la misión durante la emergencia.
Observando satisfecho a los combatientes adiestrados perfectamente para
disímiles circunstancias de combate, Kim Jong Un valoró altamente el
hecho de que se hayan preparado firmemente en lo ideo-político, técnico
militar y físico aceptando de corazón su honrosa misión de defender a la
patria y el pueblo.
Observando el entrenamiento que patentizaba el temperamento heroico y
la voluntad de vencer sin falta derrotando al enemigo, dijo que la patria es
realmente inexpugnable gracias a esos soldados valientes y orgullosos,
crecidos como los omnipotentes capaces de aniquilar cada uno a cien
enemigos y responder con toda seguridad a cualquier forma de guerra en
cualquier momento. Y los alentó por su entusiasmo patriótico y valentía en
el combate.
Las tropas especiales del EPC constituyen hoy el grueso como disuasivo
y ejecutor de la guerra en la RPDC, reiteró. Se refirió a la necesidad de dar
grandes pasos en el desarrollo de nuestras fuerzas armadas al reforzar
constantemente esas unidades como colectivos de combate más poderosos y
presentó nuevas orientaciones sobre el rumbo de la construcción de dichas
fuerzas.
Como mencioné anteriormente, nos incumbe la tarea de formar las tropas
especiales como las principales de la guerra y prepararlas mejor para que
puedan cumplir el rol decisivo para la victoria en la guerra, al asumir con
firmeza y producir la revolución en el entrenamiento, ideología y
equipamiento para la construcción de las referidas fuerzas, destacó. En
particular, insistió, deben estudiar, aplicar y dominar constantemente los
nuevos métodos al estilo coreano en el entrenamiento y establecer una
norma absoluta incomparablemente superior a las de ejércitos de otros
países.
Ese día, habló a los miembros de mando del «acto conmemorativo»
efectuado por el enemigo en Seúl el primero de octubre, «Día del Ejército
Nacional».
En el discurso de la ocasión, el títere Yoon Suk Yeol, obsesionado con la
aversión por la RPDC, leyó sin parar un texto prolijo que refleja la voluntad
de la respuesta y que parte de su delirio de persecución por la RPDC, dijo y
agregó que con ello traslució la inquietud por la falta de seguridad y el
estado impaciente con que cargan los títeres.
Al resaltar con palabras y gestos mediocres el carácter de la alianza
República de Corea-EE.UU. basada en las armas nucleares, ellos expusieron
sin ningún tapujo su fiebre belicista usando expresiones fanfarroneadas
como la «respuesta resuelta y aplastante de la alianza» y el «fin del poder»,
criticó y añadió que con esto reconocieron que ellos mismos atentan contra
la seguridad y paz de la región.
Todo el mundo se burlaría de tales expresiones retóricas y
demostraciones torpes, ironizó.
El títere Yoon habló de la reacción arrolladora de las fuerzas armadas en
las narices de un Estado poseedor de armas nucleares y esto es algo ridículo
que nos hace sospechar si es realmente una persona que está en sus cabales,
acotó.
Ningún pronunciamiento o acción amenazantes, intriga e intento del
enemigo ha podido desmentir la superioridad de nuestras fuerzas armadas ni
podrá privarnos de las armas nucleares, apuntó y prosiguió que hemos hecho
irreversibles el poderío absoluto de la potencia nuclear y el sistema y la
función para el uso de artefactos nucleares superando graves desafíos
durante largo tiempo.
Declaró que “si” el enemigo, necio e imprudente en extremo, intenta usar
las fuerzas armadas contra la soberanía de la RPDC «confiando» demasiado
en la alianza RC-EE.UU. y desatendiendo nuestras reiteradas advertencias,
usaremos sin ninguna piedad todo el potencial de ataque a nuestro alcance,
inclusive el arma nuclear.
Sería un proceder inútil rezar por la suerte de sobrevivir en el conflicto
armado con un país poseedor de armas nucleares, aseveró y añadió que si se
da tal caso, será imposible la existencia duradera de Seúl y la República de
Corea.
Esto no es una retórica de amenaza, sino un pronóstico realista de una
destrucción física que el mundo está obligado a reconocer, remarcó.
Destacó la necesidad de seguir cultivando las fuerzas y tener bien
presente una vez más que la fuerza de nuestros dos puños son la única
garantía para controlar al enemigo y defender a nosotros mismos. Continuó
que el EPC debe ser más fiel a su sagrada misión y defender firmemente al
Partido, la revolución, la patria y el pueblo con su gran poderío militar.
La intransigente posición sobre el enemigo y las orientaciones
presentadas por Kim Jong Un redoblaron la convicción y el coraje de todos
los comandantes, oficiales y soldados.
Él se retrató con los participantes en el entrenamiento de ese día, en
reconocimiento de su noble mundo ideo-espiritual y voluntad de defender a
la patria.
Como juramento de fidelidad, todos los combatientes de la unidad
gritaron vivas al gran comandante quien dirigió minuciosamente el
entrenamiento sobre el terreno dando repetidas muestras de gran afecto y
confianza.
Mientras aclamaban al gran Comandante que les dio minuciosas
instrucciones y gran muestra de amor y confianza, tomaron la firme decisión
de prepararse como militares valerosos capaces de cumplir perfectamente
cualquier misión en cualquier momento, al seguir esforzándose por poseer
una capacidad ilimitada como ejecutores de la guerra y completar los
preparativos de combate, bien conscientes de que son vanguardias en la
defensa de los derechos e intereses del Estado, tal como desea el compañero
Kim Jong Un.
ACNC

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