
Señor Song Sun Ryong:
Excelentísimo Embajador de la
República Popular Democrática de Corea
Compañeras
Compañeros:
Es un gran regocijo para el Partido Popular Socialista realizar en nuestra sede nacional la conmemoración del 83 aniversario del nacimiento del gran dirigente, camarada Kim Jong Il ocurrido en un campamento militar de la Revolución en el valle Sobaeksu del monte Paektu durante la ocupación japonesa del territorio coreano. El nacimiento del camarada Kim Jong Il lo registra la historia el 16 de febrero de 1942.
El escenario del nacimiento de Kim Jong Il era que Japón pretendía anexarse toda la península de Corea. Indigna recordar las formas imperialistas y militaristas que emplearon los japoneses al imponer medidas criminales contra los coreanos como impedir el idioma coreano, obligar a los y las coreanas a cambiar sus nombres por nombres en japonés, secuestrar a 200 mil mujeres de Corea para llevarlas como esclavas de los oficiales y soldados japoneses, obligar a los coreanos a realizar trabajos de todo tipo pues la patria coreana estaba dominada temporalmente por las huestes de Hideki Tojo, el mariscal del militarismo japonés, ese militarismo que desde 1905 convirtió a Corea en protectorado y luego en una colonia. Como hemos afirmado en otros escritos, Japón ensayaba una forma de nazi-fascismo en Asia.
Consideramos que son innumerables los aspectos que debemos conocer y estudiar sobre la vida y obra del gran dirigente Kim Jong Il.
La vida infantil y juvenil de Kim Jong Il se desarrolló en torno a la guerrilla y cerca de su padre y su madre guerrillera, el respetado y gran dirigente Kim Il Sung y su esposa Kim Jong Suk.
Inicialmente debemos decir que tanto los grandes dirigentes como el Partido del Trabajo de Corea estudiaron el marxismo a partir de los clásicos, Carlos Marx, Federico Engels y Lenin, pero que lo adaptaron a las condiciones y al carácter del pueblo coreano, lo cual es absolutamente legítimo, pues en la lucha revolucionaria no son válidas ni aceptables las recetas y menos si se originan en dogmas.
Fue así que crearon la idea Juche, piedra angular de la revolución de la República Popular Democrática de Corea que se desarrolla alrededor del concepto que, el hombre como género, es el centro de las creaciones de la Revolución y todo debe girar en su beneficio y a su servicio. Nos dice esa doctrina que “la ciencia debe ser empleada para entender y transformar la naturaleza, la sociedad y al mundo y para comprender las leyes del desarrollo social de tal manera que estimule la lucha revolucionaria por una vida independiente y creadora.”
Sabemos que el gran camarada Kim Il Sung es el principal creador de la idea Juche y que de allí se estructuró el programa de transformación de toda la sociedad de la Corea socialista.
El gran programa creado por el pueblo y el Partido del Trabajo de Corea se encamina a alcanzar la independencia nacional porque aún hoy en la etapa socialista existen vestigios de la vieja sociedad y que se lucha por eliminarlas en la economía, en la política y en la cultura.
Hoy la idea Juche preside el desarrollo y desenvolvimiento de toda la sociedad de la RPDC.
Kim Jong Il comprendió profundamente la idea Jucheana y se esforzó por estudiarla, agrandarla, enriquecerla y con ella trazar la táctica y la estrategia actual del Partido del Trabajo.
Kim Jong Il redactó muchas páginas sobre conceptos de la idea jucheana: por ejemplo “El hombre es un ente social con independencia y la independencia es un atributo del ser social”. El ser humano siendo dueño del mundo y de su propio destino quiere vivir y progresar de manera independiente” se opone a toda forma de sometimiento social y debe transformarlo todo para ponerlo al servicio de la humanidad”
Sin agotar el tema, sólo mencionaremos algunas líneas del pensamiento de Kim Jong Il: afirmaba que la capacidad creadora del ser humano es inagotable y que debe servir a las necesidades de la sociedad. Pero ¿qué es el hombre revolucionario? “el hombre revolucionario se fragua, dice, y mantiene y dignifica su vida política dentro de la organización revolucionaria”
Afirma que “el destino de la nación implica el de cada individuo y dentro de la vida de la nación está la de cada uno de sus miembros”; que “los prodigios no caen del cielo, sino que son inequívocos productos del pueblo”
Su concepto de las masas es genial: “Las masas populares son maestras y artífices de todo.”
Cuando habla de la revolución en su justa expresión jucheana coloca en el centro a las masas diciendo “la revolución es, en su fin, hacer florecer el amor hacia el pueblo”
Pero conociendo su profundidad y agudeza de conceptos sobre el líder escribió: “Pensar en la victoria de una revolución sin líder, es pensar en una flor sin sol”, porque “el líder es el cerebro supremo de la revolución, el Partido su Estado mayor y las masas populares, sus protagonistas y artífices”
¿Qué quiere Kim Jong Il para su patria? Ser un país donde el pueblo viva feliz sin envidiar nada a nadie.
Quiere un país poderoso desde los puntos de vista económico, militar, ideológico y político.
El camarada Kim Jong Il vislumbraba a su amada patria como una potencia ideológica unificada en las ideas de la clase obrera ya que en Corea (la RPDC) se ha eliminado la base socioeconómica que engendra ideas burguesas atrasadas y se ha erradicado el antagonismo de clases.
Finalmente, el camarada Kim Jong Il vislumbra a su país como una potencia política manteniendo su independencia y su soberanía sobre la base de la unidad monolítica de su pueblo.
Ante la realidad del asedio y presión imperialista la República Popular Democrática de Corea ha de ser necesariamente una potencia militar invencible, “que nadie se atreva a tocar”. Es decir, un país que “cuenta con poderosas fuerzas armadas autodefensivas y con una industria militar autosostenida”
Concluía que en estos días cuando el imperialismo recurre a la política de la fuerza, “es indispensable poseer una poderosa fuerza militar capaz de responder a la fuerza con la fuerza.”
Finalmente decimos que para Kim Jong Il la potencia económica de Corea radica en apoyarse en la ciencia, y que sólo contando con una economía desarrollada es posible sostener el poderío ideológico para a una Corea políticamente soberana e independiente.
¡Por eso el recuerdo del gran dirigente Kim Jong Il vivirá por siempre en nuestras ideas y en la historia de los pueblos que aman la auténtica liberación!
¡Viva Kim Jong Il!
¡Viva el Partido del Trabajo de Corea!
¡Viva el Partido Popular Socialista!
¡Viva México!
Ciudad de México, 12 de febrero de 2025
Héctor Marín Rebollo
Secretario General de la Dirección Nacional
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