El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que contempla dar mayor celeridad a la expulsión de migrantes, a los que buscar sacar del país sin la intervención de jueces ni tribunales.
En un mensaje de redes sociales, el polémico mandatario, quien se encuentra bajo las críticas por separar a las familias migrantes como una forma de desalentarlos, afirmó que defenderá a la Unión Americana de los invasores que llegan a su territorio. «No podemos permitir que toda esta gente invada nuestro país. Cuando alguien entre debemos devolverlo al lugar de donde viene de inmediato, sin jueces ni tribunales», dijo.
«Nuestro sistema es una burla de una buena política de inmigración y de la ley y el orden». «La mayoría de los niños vienen sin progenitores», señaló. «Nuestra política de inmigración es el hazmerreír de todo el mundo. ¡Es muy injusto para todos los que han entrado legalmente y esperan la cola durante años! La inmigración debe basarse en el mérito. ¡Necesitamos gente que haga a América grande de nuevo!», indicó.
Para gente de organizaciones sociales como el Fondo de Defensa Legal NAACP, la medida adoptada por Trump es una clara violación a la constitución estadounidense, pues ésta garantiza el proceso de solicitudes de asilo.
«El presidente de Estados Unidos acaba de proponer el fin del asilo político y del debido proceso para los inmigrantes», dijo Sherrilyn Ifill, portavoz del organismo.
A su vez, Lee Gelernt, del Proyecto para los Derechos de los Inmigrantes de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU), señaló que la administración Trump «no puede acabar con todos los procesos de los inmigrantes». «Se aplica el debido proceso. No es una opción», aseguró.
Las deportaciones están autorizadas en Estados Unidos siempre que los migrantes sean detenidos a menos de 160 kilómetros de la frontera o si han permanecido menos de catorce días en el país. Sin embargo, establece que quienes soliciten asilo, se les debe permitir abrir un un proceso para estudiar su caso.
