Unas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retirara del acuerdo nuclear con Irán, las expresiones de rechazo no se hicieron esperar. Un grupo de legisladores iraníes quemó una bandera estadounidense en repudio a la decisión de Washington de abandonar un pacto que, hasta ahora, había mantenido unido al bloque occidental respecto a su programa nuclear.
En medio de la polémica, el presidente iraní, Hasan Rohani, recibió el apoyo del ayatola Ali Jamenei, y con ello se cerró el círculo de los poderes en el estado islámico para definir una posición en común respecto a la retirada estadounidense. En 2015, Estados Unidos, bajo el mandato de Barack Obama, junto con Rusia, Francia, Alemania y Gran Bretaña, había firmado el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC, nombre oficial del acuerdo con el que estas cinco potencias buscaban evitar que Teherán desarrollara el poderío nuclear, sobre todo, con fines bélicos.
No fue fácil negociarlo, pero logró detener las aspiraciones iraníes de contar con una bomba nuclear, a cambio de reconvertirlas a un sistema civil de producción nuclear y a la derogación de sanciones económicas y financieras que estaban ahogando a ese país islámico. A poco más de un año de haber asumido el poder, Trump afirmó que no le gustó la manera en que Obama negoció el pacto y advirtió con retirarse.
El magnate cumplió ayer su promesa, ocasionando un hueco en el pacto nuclear iraní. A fin de evitar un colapso mayor, Jamenei pidió a Rohani, que inicie una ofensiva diplomática para asegurar que las demás potencias salvaguarden su compromiso.
«Señor Trump, en nombre de los iraníes le digo: Ha cometido usted un grave error”, declarado Jamenei», dijo ante la cadena PressTV. El líder espiritual iraní se expresó usando por equivocación en término persa, ghalat, que es una grosería poco común en los discursos de una personalidad de su nivel.
La posición de Jamenei ha sido la misma desde los años setentas en que el ayatola Rujola Jumeini, desencadenó una revolución contra Estados Unidos, país que intentó evitar que la simpatía izquierdista de éste se acercara más a la entonces Unión Soviética. Incluso la quema de la bandera norteamericana era una de las expresiones de desagrado del pueblo iraní de esa época
“Se ha dicho que vamos a seguir adelante con los tres países europeos. Tampoco me fío de ellos. No me fío. Si va a acordar algo, asegúrese de que obtiene garantías serias. Si no, nos harán lo mismo que nos ha hecho EE. UU.”, dijo Jamenei a Rohani.
