A sus 19 años de edad, Alphonso Davies, jugador del Bayer Munich, logró alcanzar una cima a la que muchos futbolistas de élite aspiran pero no logran llegar a lo largo de su carrera profesional… ganar la Liga de Campeones de Europa…
El éxito para este jugador canadiense no llegó fácil como también le pasa a muchos ganadores en la vida… Nació el dos de noviembre del año 2000 en un campo de refugiados en Ghana, lugar en donde su familia se estableció al escapar de la II guerra civil en Liberia.
A los cinco años pudo migrar junto a sus seres queridos a Canadá y ahí comenzó su acercamiento con el futbol hasta su debut profesional con los Vancouver Whitecaps y después emprender una carrera de constantes éxitos…
De acuerdo con la Agencia de la ONU para los refugiados, la ACNUR, en el mundo existen 80 millones de seres humanos en esta situación, personas que huyen de sus lugares de origen principalmente por conflictos bélicos, religiosos o factores como el cambio climático.
Algunos casos como Alphoso Davis han encontrado en el deporte, el escaparate ideal para construir una carrera y no dejarse vencer por nada…
Un caso a resaltar también es el del atleta originario de Sudán del Sur, Yiech Pur Biel, quien recientemente fue anunciado como Embajador de Buena Voluntad para ACNUR.
En 2005, cuando tenía 10 años de edad, Pur llegó sin la compañía de ningún familiar y solo a un campamento en Kenia donde demostró habilidades para jugar futbol pero luego las cambió por el atletismo.
En 2016, en Rio de Janeiro, fue parte del histórico primer Equipo Olímpico de Refugiados y compitió en los 800 metros…
“Puedo mostrar a mis compañeros refugiados una esperanza y una oportunidad en su vida. Es posible cambiar el mundo a través de la educación, pero también corriendo”; aseguró Pur en una entrevista para la ACNUR.
Hoy en día Yiech Pur estudia y vive en Estados Unido y continúa representando a los refugiados en diversas competencias a nivel global. Incluso se prepara para seguir haciendo historia en los siguientes Juegos Olímpicos a celebrarse en Tokio, Japón.
Con la ACNUR busca amplificar las voces de las personas refugiadas y resaltar el valor de buscar el éxito ante cualquier adversidad.
