Quienes han conocido al camarada líder Kim Jong Un, Presidente del Comité de Estado de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), afirman que él es un hombre verdaderamente modesto.
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En su discurso pronunciado en la VI Conferencia Nacional de Veteranos, efectuada en pasado julio en Pyongyang, expresó: “Respetados compañeros veteranos”, y agachando profundamente la cabeza, les saludó, lo cual fue de veras conmovedor. Esto no es todo.
El mandatario coreano en su continuado recorrido de trabajo dialoga sin cumplidos con los obreros y saluda agachando la cabeza una y otra vez a los que aclamando le siguen. No tolera ningún favor especial ni ningún trato indulto para él.
He aquí los episodios que se transmiten como leyendas de boca en boca de los coreanos: Kim Jong Un, durante su visita a la magníficamente construida casa de reposo de los científicos de Yonphung, al ver la buena silla de piedra con el cojín de mimbre sobrepuesto que los constructores habían preparado con el deseo de que él reposara con comodidad aunque fuera por un momento, dijo que no le gustaba de tal privilegio.
En su visita al Teatro del Pueblo en la fase de culminación en la parte céntrica de la ciudad de Pyongyang dijo que si viniera a ver la función al teatro, se sentaría en la silla ordinaria, recomendando a los funcionarios eliminaran la localidad especial y luego vio la función de inauguración entre los espectadores.
En otra ocasión, durante su visita bajo la lluvia a una fábrica uno de los acompañantes trataba de servirle el paraguas, pero el líder coreano lo rechazó diciendo que otros estaban expuestos a la lluvia y solo él podía usar el paraguas.
El mandatario coreano lleva la misma vida que otros
Su ordinario atavío con que realiza continuo recorrido en busca del pueblo sin hacer caso de la lluvia torrencial y el calor sofocante atrae la profunda atención de la comunidad internacional. Hace algunos años cuando Rason en la zona septentrional de Corea estaba damnificada por la grave inundación, él, puesto de tenis, recorrió los detalles de la obra de rehabilitación.
En agosto pasado, cuando la comuna Taechong del distrito Unpha de la provincia de Hwanghae del Norte fue damnificada de muchas lluvias torrenciales, conduciendo en persona el carro llegó allí y al contrario, a los habitantes del lugar que le habían ayudado a
sacar el auto del fango, pidió perdón por haberles molestado.
¿De dónde origina esta modestia?
Es necesario rememorar su discurso pronunciado el 10 de octubre de 2015 en la parada militar y el desfile multitudinario de ciudadanos de Pyongyang conmemorativos al 70 aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea. Aquí el joven dirigente
repitió la palabra pueblo en más de 90 pasajes y convocó a servirle con total entrega al pueblo.
Origina de extraordinario criterio del pueblo que ama y lo santifica.
