¿Qué imagen del Partido del Trabajo de Corea guarda en su corazón el pueblo norcoreano?
En cierto año, en Pyongyang se efectuó inesperadamente una reunión ampliada del Buró Político del Comité Central del PTC. En ella se informó de la situación miserable del secadero del grafito concentrado y criticaron severamente a un funcionario dirigente del
partido de la provincia correspondiente.
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Terminada la reunión, el Secretario General Kim Jong Il (1942-2011) llamó al citado funcionario. Este no podía levantar la cabeza. Por la culpa cometida ante el pueblo, -expresó él- no puedo atrever a pedirle perdón.
Le dijo el Secretario General: Tú dices que no puede tener la cara por su trabajo incorrecto; tú debes disculparse no a mí, sino a los obreros. Al día siguiente, en la casa cultural de la mina hubo una reunión, ocasión en que él mismo se disculpó sinceramente ante los
mineros por no haber establecido las condiciones merecidas de protección del trabajo.
Después de la reunión, el Secretario General volvió a llamarlo para discutir la medida de transformar el secadero. En el caso de suspender la producción de la mina, se afectaría la producción de electrodos y materiales de acero causando influencia negativa al conjunto de la economía nacional. Pero inquebrantable era su decisión de mostrar que la disculpa que el Partido pidió a los obreros no era una palabra vana. Resultó congelada la producción de la mina para modificar el secadero.
En un distrito de la Provincia de Phyong-an del Norte hubo un caso de haber estado a punto de volar un edificio del comité distrital del Partido que estaba en plena construcción. En aquel entonces, al dirigente del comité distrital del partido parecía demasiado pequeño el edificio ya existente.
Por esta razón, empezó a construir lo nuevo fuera del plan. Pero, él recibió una llamada telefónica inesperada del Secretario General. Este le preguntó en detalle sobre el problema del edificio y el estado de la construcción. Y enfatizó en que si hubiera
completado la obra había que cederlo y convertirlo en la casa-cuna o al jardín de la infancia, y en que si no quería procederlo así debía volarlo completamente.
Es por eso que luego, dicho edificio llegó a ser un centro de los niños. Los hechos arriba mencionados serán suficientes para saber la imagen del PTC que se calará en la mente del pueblo coreano.
Desde cuando empezó a trabajar en el Comité Central del PTC (19 de junio de 1964), Kim Jong Il subrayó la necesidad de desarrollar el Partido como un partido-madre. En varias ocasiones solía decir que todos los funcionarios del Partido debían amar y atender con sinceridad al pueblo tal como hacía la madre a sus hijos.
Presentó la consigna de ¡Servir al pueblo!, hizo trazar la línea y política del Partido en reflejo del anhelo del pueblo y orientó a realizar todas las labores a favor del pueblo.
Bajo la dirección del Máximo Dirigente Kim Jong Un hoy también fortalecer y desarrollar consecuentemente el PTC como el Partido-madre sigue siendo uno de los importantes principios para la construcción del Partido.
Mención merece el hecho de que, unos años atrás, cuando la región de la provincia de Hamgyong del Norte fue dañada por la gran inundación, el mandatario hizo suspender la construcción del Reparto Ryomyong, que estaba en vísperas de su inauguración, para movilizar todas las fuerzas del país a construir nuevas viviendas a los damnificados del lugar.
El V Pleno del VII Periodo del CC del PTC, efectuado a fines del último mes del año pasado, postergó las numerosas obras de construcción proyectadas para este año y definió la edificación de un hospital universal de Pyongyang.
En el corazón del pueblo coreano existe siempre el PTC como la imagen de la madre.
