Ciudades inteligentes; vía sustentable más local con recuperación del barrio

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Sé del profundo impacto de la pandemia del Covid-19 en todos los órdenes de nuestra vida cotidiana y su impacto económico, social, político, cultural y sanitario. Nada será igual en nuestras vidas y manera de vivir.

Me parece que tendremos que reconceptualizar la idea de ciudad inteligente con un diseño arquitectónico innovador y su distribución espacial, usos de materiales y dimensiones de las obras, no solo el sentido estético sino de utilidad y funcionalidad de la planeación urbana y la incorporación plena de la sustentabilidad y el ecodesarrollo promovido por Ignacy Sachs desde inicios de los años setentas.

Vale la pena reflexionar sobre el tema de ciudades inteligentes que aborda la Fundación Naumann en conjunto con SavingEarth en el panel: ¿Cómo debe ser la política de movilidad post Covid19 para evitar contagios y optimizar redes de transporte motorizados y no motorizados que contribuyan a mejorar el medio ambiente?

El tema de la movilidad es uno de varios que se plantean en la convocatoria de la Fundación alemana Friedrich Naumann, donde invita a Tepatitlán, Jalisco a participar en el programa Ciudades inteligentes “Smart cities”

El Programa de ciudades inteligentes incluye el Manual de Mejores Prácticas en temas de:

* Cultura emprendedora y herramientas de reactivación económica.

* Movilidad urbana y herramientas de transporte sustentable.

* Accesibilidad, financiera y urbanística.

* Resiliencia, no sólo ambiental, sino ahora también mediante herramientas que permitan la adaptación a los nuevos retos de salud

* Transparencia, y herramientas para la co-gobernanza efectiva.

La ciudad de Tepatitlán de Morelos, Jalisco, México, al igual que otras 5 de Centroamérica, han sido invitadas por la fundación alemana Friedrich Naumann Stiftung y la Alianza para Centroamérica para participar en el programa de Ciudades Inteligentes.

Tepatitlán de Morelos es la única  ciudad de México que participa en el concepto de SMART Cities, al igual que otras de Costa Rica, Honduras y Guatemala.

Desde el pasado mes de junio 2020, personal del Instituto Municipal de Planeación de Tepatitlán (IMPLAN) ha trabajado con 78 postulados del manual. La fundación ofrece a la ciudad de apoyo técnico para planear e incubar un proyecto piloto para convertirse en una ciudad inteligente.

Una ciudad se puede definir como «inteligente» cuando la inversión social, el capital humano, las comunicaciones y las infraestructuras conviven de forma armónica con el desarrollo económico sostenible, apoyándose en el uso y la modernización de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC); de esta forma lograr una mejor calidad de vida y una gestión prudente de los recursos naturales.

Nuestro caso -señalan las autoridades de Tepatitlán- tiene varios puntos de ventaja gracias a la implementación de Visor Urbano Tepatitlán, la disciplina financiera respaldada con una calificación crediticia internacional, así como buenas calificaciones en materia de transparencia gubernamental.

Es claro que debemos valorar ideas innovadoras de rescate en los espacios con mayor acceso al público y más seguridad en parques y jardines públicos. Y en el espacio construido, más ventilación, mas espacios abiertos, con techos más altos y con más luz natural.

Por supuesto, la posibilidad de tener más espacios abiertos y ventilados depende de condiciones climáticas e inclusive de niveles de contaminación ambiental.

En países de climas tropicales y condiciones de temperaturas no extremas se podrán desarrollar espacios arquitectónicos y urbanos con diseños sostenibles y autosustentables.

Esta nueva dimensión de la planeación urbana, diseño del espacio habitacional y lugares públicos de esparcimiento implica también la promoción de la vida de barrio y de empoderar lo local, tener todo o casi todo a 15 minutos de distancia de casa a pie o en bicicleta.

La alcaldesa de París y dirigentes de otras grandes ciudades como Milán y Londres han emprendido este movimiento urbano de lo local, que significa la recuperación de la vida y el esparcimiento en el barrio y convivencia con los vecinos.

La idea de lo local se alimenta de la toma de consciencia de que el consumo y la producción de bienes y servicios puede y debe ser local.

El aprendizaje cultural, artístico y artesanal debe tener una vocación local que crea y recrea una fuerza solidaria de compromisos locales y retroalimenta la sustentabilidad y seguridad de la vida local y de barrio.

También los cambios que vienen en la idea de viajar y la búsqueda de un turismo más sustentable con edificios más pequeños e inteligentes en entornos sustentables y naturales deben recrear y modificar algunas tendencias de la arquitectura así como la inclusión de diseñadores enfocados a la preservación del medioambiente. En esta idea se destaca el turismo regional, local y de corta distancia.

En este sentido, el turismo en las grandes ciudades deberá buscar una experiencia estética, cultural y de interacción en el barrio y en localidades específicas con vocaciones que motivan al visitante a una vinculación estrecha con la gente del barrio y de localidades cercanas.

Es un proceso que busca reeducar al turista y al visitante para preservar la zona en la que se encuentra ubicado.

Ya no con la experiencia anónima de estancia en grandes hoteles sino la inserción local del visitante que renta un cuarto adecuado y más económico en el barrio e impulsa con su consumo y compras la economía local convirtiéndose en una nueva experiencia donde huéspedes y familias anfitrionas se enriquecen mutuamente.

Para hacer exitoso este maridaje es importante el papel de los gobiernos, alcaldías locales asociaciones de vecinos.

El anfitrión debe cumplir con ciertos protocolos y estándares con el visitante y contar con información suficiente de la localidad y las actividades culturales y artísticas.

La idea de conjuntos residenciales o unidades habitacionales deberán cambiar para una apropiación distinta del espacio, y contar con la opción de jardines productivos y capacidades de autosuficiencia de legumbres, frutas, especies y semillas vía invernaderos, hidroponía y jardines verticales.

También la reorganización urbana debe contemplar una nueva gestión de guarderías, espacios para reunión de personas de la tercera edad y terapias para prevenir pérdida de memoria y enfermedades mentales.

El diseño del espacio habitacional deberá ser distinto, sea en metrópolis, ciudades medianas o en región suburbana y rural: más materiales locales y uso de reciclados, más ventilación e iluminación directa y mayor uso de energía solar eólica y maremotriz, dependiendo de la región y los recursos energéticos renovables existentes.

En síntesis, espacios con edificios verdes y sustentables y más teletrabajo o a distancia donde sea posible, limitando uso de vehículos de gasolina y diésel y uso de más bicicletas y vehículos eléctricos. Urge replantear la movilidad urbana y la manera de transportarnos.

La tendencia creciente al trabajo remoto o “home office” deberá crear nuevas tendencias a innovar maneras de mantener la convivencia social, conservando y defendiendo derechos laborales y derecho a la privacidad.

La era de la concentración de oficinas en los centros financieros de grandes ciudades está cambiando rápidamente y modificará los negocios de renta y venta de bienes raíces, a consecuencia esto dará un cambio -ya en marcha- en la relocalización de los lugares de residencia de empleados y ejecutivos en todas las áreas de servicios y una disminución drástica en el uso del automóvil y transporte público.

Otros aspecto que deberá contemplarse es: la inclusión. En las nuevas tendencias de las construcciones habitacionales y diseños de centros de concurrencia pública o de encuentro social es necesario tener en cuenta las necesidades de los adultos mayores, niños, personas con capacidades diferentes y comunidades multiculturales.

Por ejemplo, los adultos mayores requieren espacios que faciliten su movilidad y evitar subir y bajar escaleras eliminar desniveles y generar diseños que favorezcan los encuentros y convivencia social sin riesgo de accidentes.

Y en el caso de los niños, se requiere contemplar espacios públicos y privados que favorezcan disfrutar los juegos al aire libre y mantener seguridad.

Por ultimo pero no menos importante, las personas con discapacidades deben contar con espacios seguros y diseños que les permita contar con una movilidad adecuada y desarrollo de sus actividades físicas e intelectuales.

Considero importante que las viviendas tengan un diseño espacial abierto a multiculturalidad y a una amplitud de criterios que acoja distintos tipos de familia, desde la monoparental, la nuclear clásica y de parejas del mismo sexo y la familia extensa; estos cambios deberán reflejarse en las innovaciones y las nuevas tendencias del diseño arquitectónico, habitacional, de servicios educativos y de guarderías.

El prestigiado arquitecto mexicano Enrique Norten declaró en una entrevista reciente con Regina Reyes Heroles que “Las ciudades necesitan ajustes. No solo vamos a vivir en un México diferente, sino en un mundo distinto. Lo que cambiará para el país ya está cambiando en otras ciudades en el mundo. Hay que entender dónde están otros, qué están haciendo y cómo están viendo el futuro; y, como siempre, aprender de ellos. No tiene mucho sentido querer inventar el hilo  negro».

La movilidad también cambiará. La Organización Mundial de la Salud dijo que la bicicleta o caminar dan distancia física y ayudan a cumplir los requisitos de actividad física.

«El automóvil nos ha hecho daño. Hay ciudades que fueron concebidas antes del automóvil y su introducción ha sido muy dañina; hay otras más modernas que se crearon después y entonces el recorrido de grandes distancias también crea problemas. Debemos sustraer la cantidad de automóviles». Fuente de entrevista: Diario Milenio 21 de junio 2020.

En conclusión, se busca construir y rediseñar con nuevos objetivos que den prioridad a la preservación del ser humano y del medio ambiente, respetando valores, creencias y necesidades, en ambientes urbanos, rurales, regiones costeras, etc. Impulsando la nueva era de los espacios residenciales en “smart cities”.

Sobre el autor: Bernardo Méndez Lugo es consultor, activista y promotor de defensa de Derechos Humanos y el derecho a un espacio urbano saludable y habitable. Diplomático mexicano en retiro y académico fundador de UAM-Xochimilco Cdmx, Actualmente director de fundación promigrante Americasinmuros.
Foto portada: Imagen de fotografierende en Pixabay

 

 

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