Nuestra causa para lograr la prosperidad integral del Estado y el fomento del
bienestar del pueblo defendiendo de modo confiable la paz y seguridad de la región y el
resto del mundo como el país poseedor de armas nucleares, consciente de su
responsabilidad, encara la creciente crisis de guerra y el desafío brutal de los países más
hostiles y peligrosos.
Los contrincantes más hostiles de la República Popular Democrática de Corea se han
unido en una alianza nuclear. Los imperialistas estadounidenses y los títeres de la
República de Corea incrementan más frenéticamente que nunca y sin precedentes en la
historia las fuerzas armadas, perpetran las provocaciones y dirigen inoportunamente
disparates amenazantes contra el poder de la RPDC, hechos que perjudican gravemente
la soberanía y el ambiente de seguridad de nuestro Estado y enardecen la indignación y la
voluntad de represalia de nuestro ejército y pueblo.
La severa realidad de hoy nos enseña la amarga lección de la historia de que el
desequilibrio de las fuerzas conduce a la guerra, nos ratifica la necesidad de poseer una
fuerza absoluta capaz de frenar a los enemigos y controlar la situación en todo momento
y la justeza de mejorar esa fuerza incesantemente y nos demanda seguir innovando y
creando las armas estratégicas como disuasivos con que enfrentar con agilidad cualquier
amenaza militar y frustrar de antemano la provocación y el intento de guerra del enemigo.
En un momento en que se pone de relieve la urgencia de la opción estratégica para
preservar fidedignamente la seguridad del Estado y la paz regional de las maniobras
militares aventureras y agresivas de EE.UU. y sus acólitos, y de su ejecución cabal, nació
otro armamento que pone de manifiesto la potencia absoluta de las fuerzas armadas
nucleares de la RPDC que se desarrollan cada día más.
El estimado compañero Kim Jong Un, Secretario General del Partido del Trabajo
de Corea y Presidente de Asuntos Estatales de la RPDC, dio a la Dirección General de
Misiles la orden de iniciar el lanzamiento de prueba del ultramoderno misil balístico
intercontinental (ICBM) tipo Hwasongpho-19 y por la mañana del 31 de octubre dirigió
sobre el terreno la importante prueba, jalón trascendental para perpetuar la supremacía
absoluta de las fuerzas armadas estratégicas del país.
Al amanecer, anunciando el nacimiento de una nueva fuerza desconocida por el
mundo, avanzó al lugar de lanzamiento el superpoderoso armamento, producto del
poderío y el espíritu de Corea que se han incrementado ininterrumpidamente para la gran
dignidad y honor de la patria y el pueblo, para el deber de la defensa de la paz y el
derecho a la subsistencia que no admite concesión alguna y para construir un nuevo
mundo libre de la guerra, hegemonía e injusticia.
Conocedor de su noble e importante misión de defender a ultranza la soberanía,
la seguridad absoluta y el derecho al desarrollo del Estado, Kim Jong Un se
personó en el campo de lanzamiento para conocer sobre los preparativos y el plan
del ensayo y ocupó el puesto de mando y vigilancia central.
En espera del momento histórico en que se estrenaría un medio de ataque
superpotente de la última versión, desarrollado por la RPDC, en el local de lanzamiento
se podía constatar la voluntad de los científicos del sector de defensa nacional y los
militares de la unidad de misiles estratégicos de atemorizar a los enemigos más crueles
empeñados en la confrontación nuclear con la RPDC, con la demostración del disuasivo
de guerra de nuestro Estado, el más poderoso del mundo.
Finalmente llegó la hora de demostrar el poderío formidable del Hwasongpho-19.
¡Listo para el lanzamiento!
Con la aprobación de Kim Jong Un, el general de ejército Jang Chang Ha, titular
de la Dirección General de Misiles, impartió la orden de tiro a la Compañía No.2 de la
Bandera Roja.
Al instante, un ruido ensordecedor estremeció la tierra y un cuerpo gigante, que
plasmaba el sentimiento de odio del pueblo coreano al enemigo y su resuelta
determinación de controlar todos los males e injusticias del planeta, despegó imponente
expulsando las llamas furiosas.
El misil navegó una distancia de 1001,2 kilómetros en 5156 segundos alcanzando la
máxima altitud de 7687,5 kilómetros e impactó en las aguas internacionales previstas del
Mar Este de Corea.
El lanzamiento no afectó en absoluto la seguridad de los países vecinos.
Batió el récord de la capacidad de misiles estratégicos e hizo gala de la modernidad
y la confiabilidad del disuasivo estratégico de la RPDC.
Muy satisfecho, Kim Jong Un dijo que los éxitos insospechados en el lanzamiento
demostraron al mundo que es irreversible nuestra posición hegemónica en el desarrollo y
fabricación de los medios capaces de cargar varios explosivos nucleares.
Este ICBM de la última versión que las fuerzas estratégicas de la RPDC pondrán en
funcionamiento junto al Hwasongpho-18 según el plan de largo alcance de la
construcción de las fuerzas armadas nucleares del Estado, presentado por el Congreso
partidista, cumplirá la misión del medio principal para defender la RPDC, rechazar las
agresiones y salvaguardar con firmeza la seguridad del Estado.
Kim Jong Un señaló que el lanzamiento es una acción militar propicia para dar a
conocer nuestra voluntad de respuesta al enemigo, que últimamente agrava
intencionalmente la situación regional y amenaza la seguridad de la RPDC, y, además, un
procedimiento indispensable para el desarrollo constante y en un alto nivel de las armas
de ataque estratégico de nuestro Estado.
Últimamente somos testigos de las peligrosas maniobras del enemigo para
consolidar su alianza nuclear y de sus aventuras militares de distintas formas, las cuales
acentúan la importancia de incrementar nuestras fuerzas armadas nucleares, subrayó y
agregó que no debemos permitir jamás que esas amenazas se acerquen a la esfera de
influencia sobre la seguridad del Estado.
La situación de seguridad de nuestro Estado y las crecientes amenazas y desafíos que
se prevén nos exigen potenciar de continuo las modernas fuerzas armadas de ataque
estratégico y prepararnos mejor para responder al ataque nuclear, aseveró y reiteró que la
RPDC no cambiará bajo ningún concepto su línea de consolidar las fuerzas armadas
nucleares.
En representación del Partido, el Gobierno y todo el pueblo coreano, extendió su
más sincero agradecimiento a los científicos y obreros del sector de defensa nacional que
hicieron aportes excepcionales a hacer gala de la incomparable capacidad del ataque
nuclear estratégico del país.
Únicamente aquella paz que se resguarda con la gran capacidad de manejar y frenar
al enemigo es confiable, segura y duradera, dijo y añadió que ella es la segura garantía
del bienestar y porvenir de nuestro Estado y pueblo. También aclaró las tareas
importantes que la rama de las ciencias de defensa nacional debe cumplir
invariablemente para materializar la línea del incremento de las fuerzas armadas
nucleares del Estado.
Luego de expresar la esperanza y convicción de que el colectivo de científicos y
técnicos del sector de defensa nacional, que siempre responden con lealtad y de modo
incondicional a las exigencias de la revolución, cumplirán sin falta con su
responsabilidad y deber, al lograr mayores éxitos en la defensa nacional, se retrató con
los protagonistas del gran acontecimiento en el mismo lugar histórico donde se volvió a
ostentar la gallardía de nuestro Estado.
Todos los científicos del sector y los efectivos de la unidad de misiles estratégicos
reafirmaron su decisión de consolidar el arsenal de la revolución jucheana y mejorar la
disposición de reacción nuclear del Estado.
ACNC