
¡Generales, oficiales, suboficiales y soldados del valiente Ejército Popular de Corea!
¡Oficiales y soldados de las unidades participantes en el desfile militar!
¡Innovadores laborales y ameritados de todo el país, ciudadanos de Pyongyang y
coreanos residentes en el extranjero!
¡Respetados invitados que están esta noche junto con nosotros!
Tendrá lugar el desfile militar de las fuerzas armadas de la República Popular
Democrática de Corea que será el clímax de las festividades en homenaje al 80º
aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea.
Ante todo, quisiera extender una calurosa bienvenida a los huéspedes de todas las
clases y capas y los íntimos amigos de varios países que fueron invitados a este acto
solemne.
Envío un agradecimiento cordial y saludo de felicitación a todo el pueblo del país
que hizo ingentes esfuerzos creativos y laborales y dedicó devociones sinceras para el
octubre de glorias.
También, expreso agradecimiento a los partidos y gobiernos de varios países y las
organizaciones democráticas internacionales que enviaron el saludo sincero de
felicitación a nuestro Partido, gobierno y pueblo que acogen la fiesta significativa.
Compañeros y amigos:
Están reunidos aquí los representantes selectos de las fuerzas armadas de la
República fortalecidas por nuestro Partido durante 80 años pasados.
Pronto, las columnas de acero de nuestras fuerzas armadas demostrarán cuán
poderosa fuerza ha cultivado el PTC para el pueblo considerándolo como su destino y
para el socialismo optado por ellos mismos según su aspiración unánime.
Volveremos a confirmar hoy la infinidad de nuestra soberanía y causa que serán
defendidas y garantizadas sólo con la fuerza y las victorias.
Creo que para un partido que conduce la revolución bajo el ideal justo, devienen un
honor y orgullo imposibles de obtener con facilidad celebrar toda su historia y mostrar su
porvenir radiante mediante la demostración militar de las fuerzas armadas tan poderosas
y valientes como ahora.
¡Todos los oficiales y soldados de las unidades en la parada militar!
Les felicito calurosamente a ustedes que tienen el privilegio de dejar sus pasos
históricos en esta plaza gloriosa llevándose el gran orgullo del PTC y el honor valioso de
la RPDC.
¡Compañeros y amigos!
Ante el más sentido homenaje que me dirigen las columnas de desfile en este
espléndido lugar preparado por nuestro ejército en felicitación del día de fundación del
Partido, me invaden los sublimes pensamientos en los oficiales y soldados de nuestro
ejército que siempre se encargaron de la vanguardia de la trayectoria recorrida por el
PTC con su fidelidad absoluta y valentía sin par.
Y en este momento de revisar la historia gloriosa de 80 años que ha escrito nuestro
Partido hasta hoy día dirigiendo la revolución coreana, podemos enorgullecernos de
contar con las fuerzas armadas tan fieles con que podamos compartir el destino.
Nuestro ejército es el precioso producto y la brillante materialización del ardiente
anhelo y firme convicción de nuestro Partido que quiere proteger con firmeza y glorificar
de generación en generación la veracidad de su ideal y la dignidad de su pueblo.
A partir de su sagrado deber de responsabilizarse del destino y el futuro de la patria
y el pueblo, nuestro Partido fundó primero el ejército antes que el Estado, determinó el
carácter y misión del ejército a base del ideal y espíritu del período de la fundación del
partido y construyó las fuerzas armadas revolucionarias regulares teniendo como
armazón a los miembros de la generación emprendedora de la causa de fundación del
partido.
Así comenzaron la larga historia de construcción del ejército, que ha dado siempre
mismos pasos con la de dirección de nuestro Partido, y la gloriosa historia de lucha de
nuestra empresa, apoyada firmemente en los armamentos poderosos.
Como ha registrado la historia, las etapas victoriosas que conduce nuestro Partido se
basan en los preciosos méritos de fidelidad y patriotismo realizados por nuestro ejército
que imprimió antes que nadie las huellas de sacrificio y proezas.
Nunca ha sido simple la misión del ejército en nuestra revolución que ha perdurado
en un ambiente especial.
Las fuerzas armadas revolucionarias, consolidadas y desarrolladas en la lucha por
defender la soberanía del Estado y su derecho al desarrollo y el destino y futuro del
pueblo, siempre han jugado un papel prominente como invariable sostén para establecer
correctamente la historia según la voluntad del Partido y como poderosa fuerza motriz
que impulsa la revolución coreana hacia la única dirección indicada por el Partido.
La más distinguida proeza de nuestro ejército incomparable con nada es haber
defendido al Partido y el linaje de la causa revolucionaria mediante la lucha
ensangrentada en los días tan severos que decidían nuestra soberanía y el destino de la
revolución.
Si bien se ha renovado día a día la combatividad de nuestro ejército con el cambio
de la historia, nunca hubo cambios en su firme espíritu de defender a ultranza al Comité
Central del Partido y fue siempre igual su típica tradición con que ha apoyado
firmemente la causa del Partido en la primera línea de la exploración y avance.
Sin liberarse ni un momento de la presión pesada de mantener a rayas la peor
amenaza de agresión desde el inicio de su fundación, nuestro ejército realizó méritos que
otros no se atreverían a hacer en la construcción posbélica y los itinerarios claves de la
construcción socialista. Este hecho hace evocar la naturaleza y la imagen típica de
nuestro ejército tan absoluto e incondicional ante la llamada del Partido.
Nuestro pueblo no olvida el hecho de que las preciosas conquistas y las creaciones
monumentales, que testimonian la gran historia de la Corea socialista y simbolizan la
dignidad y el honor de nuestro Estado, fueron logradas por la noble sangre y sudor y el
sacrificio valioso del ejército revolucionario y expresa de generación en generación su
agradecimiento por el respecto.
En nuestro país no hay otro colectivo con tales récords y proezas.
Podemos decir dignamente que en la historia de nuestro Partido, en que cada
momento del cumplimiento de la causa socialista fue el combate de cuerpo a cuerpo
contra las maniobras contrarrevolucionarias y el período de agitación de grandes cambios
y creaciones, el Ejército Popular fue la guardia consecuente que defendió al Partido en
las crónicas de la revolución y la poderosa vanguardia que cumplió de modo más activo
la dirección del Partido.
Hoy día, estamos más seguros de que con el paso de tiempo se despliega en el plano
más alto el espíritu de lucha consecuente de nuestro ejército que apoya la causa del
Partido.
La nueva época de transformación que podemos calificar del punto de viraje de la
historia de lucha de nuestro Partido, resulta un período sagrado en que se adhieren el
rasgo revolucionario, el heroísmo masivo y el espíritu de lucha de vida o muerte de
nuestro ejército que siempre ha aceptado la decisión del Partido como la veracidad
absoluta y la suprema orden militar y ha respondido sólo con la ejecución intachable.
Por mencionar ejemplos, en los últimos años no hubo ni un campo importante donde
no participaron los uniformados, desde la severa confrontación con los enemigos, la
recuperación de desastres y hasta la construcción capitalina y local, y nuestro ejército
siempre supo corresponder a la esperanza del Partido y el pueblo.
¿Con qué palabras puedo describir los esfuerzos de los uniformados de nuestro
ejército hechos por la creación y lucha, como lo experimento fuertemente cada vez que
presenciaba sus productos increíbles?
Evidentemente dicho, para mí y para nuestro Partido, el ejército fue la fuerza.
Con su indoblegable capacidad espiritual y poderío invencible, el ejército siempre
alentaba a nuestro Partido a superar las pruebas y adelantar el futuro.
Nuestro Partido siente siempre gratitud y orgullo por el ejército que acumula las
proezas inalcanzables por nadie a cambio de su sangre y sudor, cobra ánimo en su
espíritu de sacrificio y empeños vigorosos y lleva adelante con toda seguridad el
desarrollo integral del socialismo.
El espíritu de combate heroico y la victoria, que mostraron y alcanzaron nuestras
fuerzas armadas revolucionarias en el campo de operación en el exterior a favor de la
justicia internacional y la paz genuina, pusieron de pleno manifiesto la ideología y
espíritu infalibles de nuestro ejército que ha crecido de acuerdo con el propósito y
voluntad del Partido.
Los fidedignos oficiales y soldados que sacrifican todo lo suyo para la patria y el
pueblo y son idénticos en el espíritu de servicio absoluto pese a la diferencia en sus
rangos, apoyan a nuestro Partido siendo el sostén de hierro, por lo cual nuestro Partido
saldrá siempre victorioso y es muy radiante su porvenir.
Por ende, me siento muy contento y feliz por celebrar el día de la fundación del PTC
junto con nuestros queridos oficiales y soldados quienes me acompañarán hasta el fin en
el largo camino de la revolución.
Hago propicia esta ocasión para extender mi más alta consideración a los mártires
antijaponeses y veteranos, que son la sagrada generación fundadora de nuestras fuerzas
armadas revolucionarias, y a los veteranos de guerra y los oficiales y soldados de las
generaciones predecesoras que apoyaron la idea y causa de nuestro Partido en todas las
décadas de la revolución, dando prueba de su espíritu patriótico y librando la lucha
heroica.
Saludo militante también a todos los militares que se consagraron por este momento
de celebración en los puestos de defensa a la patria y el pueblo y en los campos de la
construcción socialista donde se realizan los proyectos del Partido.
También, envío el ferviente estímulo y el saludo alentador del PTC y todo el pueblo
a los generales, oficiales y soldados de las unidades de operación en extranjero que están
cumpliendo con dignidad la orden del Partido y la patria.
Compañeros,
Consciente de la voluntad unánime de la historia y el pueblo, nuestro Partido
emprenderá la lucha de siguiente etapa por alcanzar el notable avance del cumplimiento
de la causa socialista.
Seguramente no será fácil. Pero, en el futuro también, nuestro Partido pondrá el
Ejército Popular al frente del avance incomparablemente orgulloso para la patria y el
pueblo y anticipará el porvenir apoyándose en la fidelidad y valentía de las fuerzas
armadas revolucionarias.
También en esta lucha, nuestro ejército debe glorificar como hoy la cualidad y
honor de las tropas élites impregnadas de la idea y voluntad del PTC, el destacamento
poderoso que siempre sale victorioso y la patrulla que abre la brecha en la construcción
socialista.
La máxima misión y el deber absoluto de nuestro Ejército es defender la soberanía
de la RPDC y proteger la seguridad y los intereses del pueblo coreano.
Nuestro ejército debe seguir progresándose como ente invencible que con su
superioridad en lo ideo-político y lo técnico-militar, que predomina a los enemigos,
elimina todas las amenazas que se acercan a la esfera de defensa, y como las fuerzas
armadas de flor y nata que construyen con moral y disciplina militar la plataforma de la
victoria.
Aprovechando la oportunidad, afirmo que también en lo adelante, nuestro Partido y
el Gobierno de la República cumplirán junto con las poderosas fuerzas armadas
revolucionarias sus responsabilidades en la lucha común de la humanidad progresista
contra la injusticia y hegemonía y por la justicia y la paz.
El domicilio de origen de nuestro Partido y las fuerzas armadas revolucionarias es el
pueblo y su objetivo y misión sagrados son para su favor.
Enfocando la mirada y atención a esta plaza, todo el pueblo espera la mayor victoria
y cambios.
Estoy convencido de que el valiente heroísmo de nuestro ejército, su firme temple y
su incomparable espíritu combativo que todo lo hacen posible, seguirán manifestándose
plenamente no sólo en las líneas de defensa de la patria sino también en los puestos
avanzados de la construcción socialista para la aspiración e ideal del pueblo y los campos
dignos para la creación de la felicidad de las generaciones venideras.
Los pasos vigorosos que se darán hoy con los estandartes de gloria en torno a la
bandera roja del Partido seguirán como firmes pasos de fidelidad patriótica para la patria
y el pueblo.
Valientes oficiales y soldados del Ejército Popular de Corea,
Todos a luchar con más vigor por la victoria eterna de la RPDC y el pueblo coreano
y por la invencibilidad del EPC y su honra brillante bajo la guía del PTC.
Estimularán nuestro avance la gran historia y méritos heroicos del EPC grabados en
esta plaza de gloria.
¡Gloria a los valientes defensores de nuestra causa!
¡Viva el aniversario 80 de la fundación del glorioso Partido del Trabajo de Corea!